Mercè 2010: aire de fin de fiesta

De las fiestas de 2006 en las que Hereu se estrenó a las de 2010, todo ha ido a peor para el alcalde

YOLANDA CARDO

ÀLEX GUBERN

Hoy justo hace cuatro años, Jordi Hereu debutaba como alcalde en las fiestas de la Mercè. Hereu, que apenas llevaba dos semanas en el cargo tras haber relevado a Joan Clos, se disponía entonces a aprovechar a fondo las fiestas de la Mercè, en lo ... que fue el inicio de un maratón de actos para darse a conocer. Durante el pregón de fiestas de 2006, Hereu dio muestras de talante y supo capear con autoridad la lastimosa polémica atizada desde CiU y ERC por el pregón en castellano de Elvira Lindo. Durante las fiestas de hace cuatro años, a Hereu se le vio en todas partes: en los pasacalles, en los conciertos, en la exhibición castellera... Debía ser el inicio de lo que el PSC pretendía que fuese la consolidación de Hereu, con el pretendido giro a la proximidad y la micro política que él encarnaba. Cuatro años después, obviamente, la apuesta no ha cuajado, y Hereu llega a la Mercè de 2010 consciente de que estas pueden ser sus últimas fiestas como alcalde, bien porque su partido decida que quiere apostar por otro candidato, bien porque si logra mantenerse no gane ante el candidato de CiU Xavier Trias, mejor posicionado en las encuestas ya hace meses que ha optado por el tono bajo de quien se sabe con ventaja.

Así las cosas, y si las fiestas de 2006 fueron las de un Hereu hiperactivo, las de 2010 no van a ser distintas, siguendo la estrategia de este último verano, cuando incluso estando de vacaciones en L'Armentera (Alt Empordà) bajaba a Barcelona cada dos por tres. La aceleración ha sido más aguda si cabe desde que Hereu, que parece haber entrado en ignición, ha constatado que su partido se niega a ratificarle, al menos hasta enero.

Del pregón de 2006 de Elvira Lindo al de Joan Margarit en 2010, la situación, a peor está claro, ha cambiado mucho para el alcalde. A pie de plaza hace cuatro años, la polémica la protagonizaron cuatro intolerantes que silbaron a Elvira Lindo por leer su pregon en castellano, triste pero una polémica perfectamente llevable para el alcalde; por contra, cuatro años después, a pie de calle, la protesta la puso la plataforma Raval per Viure —simbolizando uno de los lunares de este mandato, la degradación de Ciutat Vella—, así como los sindicatos, que informarn de la huelga general, simbolizando por su parte el impacto que a todos los niveles, también en el político, ha tenido la crisis económica.

La contestación le llega a Hereu desde la calle pero también desde su partido. Aunque cuenta con el apoyo de la Federación de Barcelona del PSC, no pasa lo mismo con la dirección nacional, que ha aplazado la elección del candidato hasta el mes de enero, dando pues a Hereu unos pocos meses para intentar reconducir la situación.

Plena confianza

El momento es malo, y movimientos como el del ex conseller de Cultura Ferran Mascarell, aunque sin el apoyo del partido, son significativos. Ayer mismo, Mascarell abrió la puerta a la posibilidad de presentarse a unas elecciones primarias para ser el candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, siempre y cuando el actual alcalde, Jordi Hereu, no compita. En declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas por Efe, Mascarell quiso dejar claro que, si Hereu quiere seguir siendo el alcalde y está dispuesto a revalidar su candidatura, las primarias tendrían escaso sentido. Por contra, «si por las razones que sea el alcalde Hereu no va y el PSC hiciese primarias, esto sería otra cosa, probablemente tendría un poco más de sentido», remarcó. Hereu, atrincherándose, insistió de nuevo ayer en que quiere volver a presentarse, y dijo tener la «plena confianza» de su partido.

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