Paul Éluard y Joan Miró, unidos en un «libro escultura»

«Fue un proyecto difícil –subraya Christopher Green, comisario de la muestra que podemos disfrutar en la Fundación Miró hasta el 2 de julio–. El libro-escultura, como le gustaba llamarlo a Miró, se publicó en 1958 tras diez años de trabajo en equipo». Se editaron ciento treinta ejemplares únicos, con ilustraciones estampadas directamente de las planchas de madera talladas por el artista catalán.

«La idea de la exposición surgió a partir de la publicación de la correspondencia entre Cramer y Miró donde el pintor mencionaba la existencia en Ginebra de tres maquetas del libro que completaban las otras tres que forman parte del fondo documental de la Fundación Miró». Green quiere dejar claro que «Miró no estaba intentando ilustrar un libro; estaba creando un libro completamente nuevo».

«Miró siempre decía que su mundo era muy similar al de Éluard. La relación entre ellos fue como un collage; dos mundos que se unieron de forma inesperada». La pieza de la exposición que mejor muestra la evolución de las ilustraciones es la maqueta final donde Miró intervino directamente con el color sobre las páginas con los versos. «Miró talló en colaboración con el impresor catalán Enric Tormo más de doscientas matrices de madera que servirían para estampar las ilustraciones y fue una lástima que Éluard muriera en 1952, seis años antes de que acabara la obra”».

«El libro ofrece un gran impacto visual y si lo vemos junto a las planchas de madera entendemos su carácter escultórico» . Esta curiosa y sorprendente muestra forma parte de la serie «Miró Documents» con la que la Fundación Miró presenta nuevas aproximaciones a la obra del artista catalán a partir de los fondos del archivo de la fundación.