El Museo del Diseño captura la esencia de la distinción en la moda

Otro de sus colegas, José Manuel Ferrater reconoce que siempre se ha basado en el impulso. «Nunca me he sentido artista cuando hacía fotos de moda y tenía muy claro que trabajaba para una industria». Y Bela Adler recuerda con mucho cariño el trabajo de producción de una serie de imágenes que hizo en la India en 2008 para Elie Saab: «Fue fantástico fotografiar un elefante junto a una modelo». Las palabras de los profesionales acompañan este periplo por cien años de la fotografía de moda.

«Es la primera colección de fotografía de moda del Estado Español. Son cuatrocientas sesenta y cuatro fotos de las cuales presenletamos ciento sesenta», explica Pilar Vélez, directora del Museo del Diseño. «A principios del siglo XX se dan unas circunstancias que hacen que la moda y la fotografía se convierten en grandes plataformas -asevera Juan Naranjo, comisario de esta muestra que viaja en el tiempo-. Hemos dividido el recorrido en ámbitos conceptuales para entender la evolución».

En el ámbito de «Movimientos» reconocemos a Leopoldo Pomés con su inconfundible icono del Restaurante Flash-Flash, a Oriol Maspons retratando a una modelo de espaldas con un conjunto de Pertegaz y a Juana Biardés que pone en movimiento un vestido de Miguel Rueda. En «Escenificaciones y fantasías» no podía faltar el universo de Manuel Outumuro, maestro de la escenografía y Eugenio Recuenco con una cenicienta muy particular vestida de Cymbeline.

Pasen y vean el trabajo de fotógrafos y modelos que no hubiera sido posible sin largas horas de localizaciones, producción y postproducción.