El separatismo planeó colapsar Bruselas dos años para forzar la independencia de Cataluña

En ese documento, al que ha tenido acceso ABC, y que Vendrell guardaba en el teléfono que la Guardia Civil le requisó cuando le arrestó el 20 de octubre de 2020, el supuesto líder del Tsunami dejaba claro su objetivo: «Acampemos hasta tener la libertad de presos y exiliados y la aceptación del resultado de un referéndum» . El Tsunami estudiaba, según ese esquema, que una gran marcha partiera de Barcelona un 1 de marzo (se desconoce de qué año) para llegar a Bruselas en mayo. Y además, bien fuese como alternativa, bien como parte del mismo plan, el boceto planteaba protestas en varias principales capitales europeas. Concretamente cita París, Bruselas, Berlín, Praga, Viena, Roma y Ginebra.

¿Cómo lo harían? Las anotaciones de Vendrell establecían turnos rotatorios de 20.000 personas a la semana, que debían estar «preparados para resistir dos años» . «Necesitamos que los dos millones de ‘indepes’ dediquen una semana cada dos años hasta la victoria» , recalca la nota que el exconsejero guardaba en su teléfono móvil.

El documento también es un boceto de toda la infraestructura necesaria para llevar sus planes a buen puerto. Tratarían de convencer a los ayuntamientos que consideran «progresistas» para que prestasen su colaboración y que en sus municipios cediesen polideportivos o habilitasen lugares para que las columnas independentistas pudiesen acampar. Toda la «estructura de la acampada» la llevarían en camiones y trailers. El documento detalla la intendencia necesaria: carpas dormitorio, módulos de cocina, módulos de baños, de lavandería, duchas con agua caliente, comedores y camiones frigoríficos.

Tampoco podrían faltar para tan pretencioso plan los generadores eléctricos y una «red permanente de wifi» , pues nada tendría sentido si la movilización no pudiese difundirse con detalle en las redes sociales, en las que el separatismo se mueve con destreza. La organización habría de preparar también, según estas anotaciones, una estructura para dar comida y bebida para que los fieles peregrinos secesionistas no desfalleciesen.

El Tsunami repartiría entre los asistentes miles de banderas europeas con el logo de unas urnas, además de paraguas y sombreros con los símbolos de la UE. Se buscarían, por otra parte, voluntarios para montar todas las infraestructuras en las diferentes acampadas durante el itinerario. Y, cómo no, solicitarían aportaciones económicas para engordar la causa independentista. No faltaría tampoco en las marchas, según estos planes, la vertiente folclórica : ‘grallers’, ‘castellers’ y ‘cantaires’ amenizarían las veladas.

El informe de la Guardia Civil que da cuenta de estas notas del móvil de Vendrell no recoge la fecha en la que pudieron haberse confeccionado . En diciembre de 2017 el secesionismo, a través de Òmnium y de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), organizó una gran manifestación de 54.000 personas en Bruselas. Desde luego, muy por debajo de las pretensiones que escondía Vendrell en su teléfono. El informe no aclara si son anotaciones de antes o de después de aquella marcha de Bruselas. Es decir, si la pretenciosa idea de Vendrell acabó en una mucho más modesta manifestación en Bruselas, o si los planes para colapsar la capital belga eran posteriores.

Vendrell era el cabecilla del Tsunam i, según la tesis de juez de instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, que se encarga de la macrocausa Voloh, y que ha enviado a la Audiencia Nacional la parte del caso relacionado con esta plataforma . El entorno del fugado Carles Puigdemont, según él juez, estaría implicado en la misma. Entre ellos, el director de la oficina del ‘expresident’, Josep Lluís Alay , y el empresario convergente David Madí , mano derecha de Artur Mas.