'Riders' solidarios: reinserción a domicilio

La iniciativa ‘Pedales solidarios’ cumple cinco años en Barcelona con más de cien toneladas de comida repartida a colectivos vulnerables. Los ‘riders’ de la Asociación Egueiro , una entidad sin ánimo de lucro que desarrolla programas específicos de rehabilitación para personas drogodependientes, entablan diferentes rutas sobre bicicletas reutilizadas y remolques de carga, donde transportan excedentes alimentarios procedentes de grandes superficies, pequeños comercios y escuelas de la ciudad de Barcelona . Estos repartidores son personas que, o bien se encuentran en fase de reinserción tras superar una drogodependencia, o bien son jóvenes inmigrantes en situación irregular. 

El proyecto nació con el objetivo de generar acciones que impactaran directamente en la comunidad y que, además, potenciasen la inserción de las personas atendidas. Durante el 2020 los repartidores de la iniciativa entregaron algo más de veinte toneladas de alimentos a lo largo de 6.000 kilómetros por las calles de Barcelona, algo así como si hubieran pedaleado de ida y vuelta hasta Moscú. Cada ‘rider’ tiene bien marcado su recorrido, y estos, abarcan desde los angostos pasajes del Poble Sec, Raval y Guinardó , hasta las arterias principales de la ciudad y las pendientes del Carmelo y sus inmediaciones. «Trabajamos con los excedentes de los supermercados, la gente se sorprendería la de comida en buen estado que estos desperdician», asiente Joan López, subdirector de Recursos de Barcelona de la asociación Egueiro, que enfatiza en la diferencia entre la fecha de caducidad y la de consumo preferente. Se calcula que cada catalán tira de media 420€ en comida al año, y para Egueiro esta situación és «inostenible».

Según Egeiro el proyecto ‘Pedales Solidarios’ ha conseguido promover la autonomía y la responsabilidad en un colectivo que, para Joan López, suele tener muchos problemas a la hora de adaptarse al mundo tras dejar la calle y las drogas. Hasta la fecha, son 50 las personas que han participado desde 2016, y en muchos casos, ha potenciado su inclusión social, y fomentado la interacción con el resto de la sociedad. Durante la pandemia, la ONG ha cobrado más fuerza que nunca , incrementándose el número de familias que requieren de sus servicios mientras dan salida a muchos alimentos que, de otra forma, acabarían en la basura. Para la Asociación Egeiro resulta «imperdonable», y trata de enmendarlo con sus cilcistas solidarios.