Los números chinos traen fortuna a Cornellà de Llobregat

En una coyuntura especial, la de este año de pandemia, en la que los premiados por la suerte no van a poder hacer las grandes celebraciones que pide la ocasión , apenas hace una hora que los niños de San Ildefonso han cantado el número más madrugador y de la euforia inicial ya casi solo queda algo de confeti de colores pisoteado a las puertas del restaurante.

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Los 1.300.000€ han caído a las puertas del estadio del RCD Espanyol, en un barrio obrero que colinda con un gran polígono industrial y especialmente castigado por la crisis económica derivada de las medidas de confinamiento y contención de la pandemia. Según observan los mismos camareros del bar que ha traído la fortuna, la mayoría de los premiados han sido clientes habituales, trabajadores de las naves industriales de las calles que rodean el local. Entre ellos se repite el clásico «para tapar agujeros» y afirman que, al menos, estas Navidades las pasarán más tranquilos.

Mientras las cámaras se amontonan para dar la noticia en directo, los trabajadores del Grupo Valle, que se habían repartido algunos décimos, aprovechan los 15 minutos de bocadillo para descorchar una botella de cava en la terraza del Nou Somni, que aunque permanece cerrado hasta la hora de comer por las restricciones horarias de la restauración, hoy se dan un pequeño margen para brindar con los ganadores que se acercan tímidamente en pequeños grupos que irradian emoción y felicidad.

Los premiados, ya de vuelta a sus casas y puestos de trabajo, recordarán seguro el 86986 que Jin eligió con intuición con dos 6, que según la tradición china traen «mucha fortuna» , y dos 8, la cifra de la prosperidad.