Maragall admite que «no hace falta proteger el catalán en la escuela»

Maragall admite que «no hace falta proteger el catalán en la escuela»

EMILI J. BLASCO CORRESPONSAL

LONDRES. En contra de lo que él mismo ha apuntado en numerosas ocasiones para justificar la implacabilidad de la nueva ley educativa en materia lingüística, el conseller Ernest Maragall reconoció ayer en Londres que «no hace falta proteger el catalán en ... la escuela porque eso ya se ha logrado».

El mensaje del socialista no pudo ser más claro aunque es contradictorio si se tiene en cuenta que la normativa que ahora se aprobará en el Parlament contiene varios capítulos destinados, precisamente, a reforzar la presencia de esta lengua en el ámbito educativo. Maragall presentó ayer en la capital británica la ley que secesiona la escuela catalana y la definió como una separación del «modelo jacobino y de regulaciones», imperante en el resto de España. En una conferencia en la London School of Economics (LSE), titulada «Descentralizando la Educación en España y Cataluña: oportunidades y retos», Maragall aseguró que la nueva ley supone una «apertura liberal», también en el terreno lingüístico.

Según el conseller, la Generalitat está por «la diversidad lingüística o multilingüismo», a pesar de que en realidad la normativa se ha diseñado para eludir la aplicación del decreto estatal sobre la tercera hora de castellano.

En un ciclo de conferencias en la LSE de dirigentes del PSC, pagado en parte por la fundación de los socialistas catalanes como atalaya internacional, aunque la mayor parte del autorio son siempre estudiantes de Cataluña o hispanistas, Maragall prefirió no hablar de independencia escolar, sino que optó por el concepto de federalimo.

«La ley dará plena autonomía» «Estamos explorando nuevas vías para una relación federal entre el Gobierno y la comunidad autónoma», explicó. El conseller calificó esa nueva relación de plena autonomía en relación a la contratación de docentes, el currículum y los procesos evaluativos y el desarrollo de oportunidades para «la carrera personal de los profesores».

Encontrándose en un país anglosajón, en el que el sistema educativo existe una gran pluralidad de tipología de centros, la mayor parte de ellos subvencionados por el Estado y considerados públicos (de hecho la «public school» es la escuela privada), Maragall puso especial acento en aquellos aspectos de respeto a las escuelas concertadas que en la nueva ley han sido pactados con CiU.

«Estamos trabajando para conseguir el necesario equilibrio entre las escuelas públicas y las privadas que reciben subvención». En esa deseada exhibición de liberalismo, el conseller también incluyó la cuestión lingüística. «Promoveremos la diversidad lingüística, o multilingüismo, usando el catalán como base firme para adquirir fluidez en español y para aprender también otros idiomas», apuntó el socialista.

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