teatro
Carlos Hipólito: «Trabajar con Claudio Tolcachir es un placer; es un director joven sin ego»
El actor acude al Festival Grec con el clásico teatral de Arthur Miller «Todos eran mis hijos», que se representa en el Poliorama
maría güell
“Todos eran mis hijos” de Arthur Miller narra la vida de una familia norteamericana casi módelica. En el “casi” es donde reside el quid de esta trama que arranca la risa y el llanto del espectador. Al frente del reparto de este montaje que ... dirige Claudio Tolcachir, y que el Festival Grec trae a Barcelona tras su paso por Madrid y otras ciudades del resto de España, encontramos a Carlos Hipólito en el papel de Joe Keller.
“Trabajar con Claudio Tolcachir es un placer; es un director joven con ausencia de ego”, explica Hipólito. El éxito de esta función que dura hora y media reside en que el público pierde la sensación de estar sentado en una butaca del teatro… Así lo cree todo el equipo de actores que se han entregado a los métodos de Tolcachir.
“La obra está escrita en 1945, después de la Segunda Guerra Mundial, pero podría estar escrita ayer -concreta Hipólito-. Las preguntas que se hace el autor son absolutamente vigentes; los personajes son buenos y malos, valientes y cobardes”.
La familia que describe Miller esconde un secreto que se desvela en escena. “Otro de los temas que persigue el texto es porqué los hijos tienen que heredar las culpas de los padres”, desvela Hipólito. El pater familia, Joe, es “un padre cariñoso, moderno, es un hombre que en otras circunstancias sería un buen tipo, pero no lo es”. Y la madre, Kate (Gloria Muñoz) es una mujer transtornada por desaparición de su hijo en la guerra. “Ella pasa por encima de lo que sea para mantener la familia”, concreta Muñoz.
Mientras transcurre la acción, el público pasa por muchos lugares. “La gente reconoce muy bien a los diferentes personajes”, concluye Hipólito. Pero el detonante es la llegada de Ann Deever (Manuela Velasco). “Tolcachir es genial, ha conseguido que se produzcan conversaciones sobre el escenario como en la vida misma, como si no estuviéramos actuando”, añade Velasco.
Esta revisión de la obra de Miller se estrenó en septiembre de 2010 en el Teatro Español de Madrid con el cartel de “no hay entradas” durante siete semanas. Y a partir de este miércoles se instala en el Teatro Poliorama hasta el 31 de julio.
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