Cinco detenidos por la paliza a un mosso en Castelldefels

Por las lesiones en la cara, el funcionario ha necesitado 27 puntos de sutura. El coche en el que se desplazaron sus atacantes, un Audi negro, resultó ser de alquiler, y los investigadores lo localizaron días después en Gavà, pero seguían buscando a los agresores de su compañero.

Este miércoles, 9 de noviembre, uno de ellos se entregó en una comisaría de Cuerpo y ayer los Mossos detuvieron a otros dos, un hombre y una mujer en Viladecans. Este viernes, un cuarto individuo también se ha presentado en dependencias policiales y el restante ha sido localizado por los investigadores en Gavà.

Los cinco detenidos tienen entre 21 y 25 años, y están acusados de lesiones, robo con violencia e intimidación y atentado a agente de la autoridad. La investigación continua abierta.

Además, este viernes, el Juzgado de Instrucción 8 de El Vendrell (Tarragona) ha decretado el ingreso en prisión provisional del individuo que atropelló a un mosso el pasado 23 de octubre y luego se dio a la fuga. Ocurrió a las 15:50 horas, cuando el agente ordenó al hombre detener el vehículo, y su conductor arrancó cuando el policía había introducido su mano por la ventanilla.

«El brazo del agente quedó atrapado en el volante y el investigado aprovechó para arrancar y acelerar bruscamente, arrastrando al agente, mientras este repetía que parara, que le iba a matar», reza el auto, al que ha tenido acceso ABC. A consecuencia de ello, el mosso sufre una fractura en la mano derecha, contusiones en un pie y abrasiones en gemelo, tobillo, codo y hombro izquierdos.

Por este motivo, la juez considera que el conductor, que ya había sido detenido por el mismo agente en ocasiones anteriores, pudo incurrir bien en un delito de tentativa de homicidio, castigado con penas de entre 10 y 15 años de cárcel, o bien de lesiones, por el que podría enfrentarse a entre dos y cinco años de condena.

Además, la instructora señala que existe elevado riesgo de fuga, por la nacionalidad del detenido -extranjero-. Aunque su abogado presentó documentación para justificar su arraigo en el territorio -libro de familia, contrato de alquiler y facturas de suministros-, la juez considera que no es suficiente porque no consta su arraigo laboral.

También indica que puede existir reiteración delictiva por detenciones previas por delitos de amenazas, maltrato y desobediencia. «De lo que se desprende la violencia del investigado», señala el auto. Por todo ello, considera adecuado su ingreso en prisión provisional.