El dilema de Junts: elegir entre las esencias o mantener los cargos
El partido de Laura Borràs y Carles Puigdemont se convierte en oposición sin salir del Govern catalán
Aragonès: «La independencia en 2023 es una propuesta sin opciones reales»
Barcelona
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónNo hubo una oposición tan dura a un Govern catalán como la que llevó a cabo CiU entre 2003 y 2010. Siete años, dos tripartitos (PSC, ERC e ICV-EUiA). Pasqual Maragall y José Montilla lo saben bien. Y todos sus consejeros. Y el ... que fuera presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach (ERC). Los herederos de aquella CiU, Junts, han puesto en marcha ahora una estrategia política similar a la de entonces, con el matiz, a diferencia del septenio, de que el acoso y derribo lo practican desde el gobierno que quieren destruir.
Hace 17 meses, Pere Aragonès (ERC) fue investido presidente de la Generalitat con los votos de Junts. Si entonces, tras ganar las elecciones de 2021, la dirección de Junts hizo sudar a Aragonès para conseguir su 'sí', ahora, en el Govern, el sufrimiento para el colíder de ERC no está siendo menor. Es una cuestión de poder. De controlar la presidencia de la Generalitat. Un pulso con ERC en el que Junts, por ejemplo, debe elegir entre las esencias independentistas o mantener los cargos.
«No se puede trabajar con ultimátums», dijo ayer Aragonès, en un mensaje directo a Junts, partido al que circunscribe el problema actual y, por lo tanto, no puede «resolver» porque él no es un mago que arregle los debates «en el seno de una formación política» que no es la suya. El miércoles, las direcciones de los dos partidos que forman el Govern se reunieron durante varias horas en un encuentro que fue «duro» y «exigente» con el objetivo de limar diferencias. Acto fallido.
El fondo de la cuestión es el control de la Generalitat y la excusa política que hay sobre la mesa es la hoja de ruta hacia la secesión. Dos velocidades. Una, liderada por ERC, pausada. En la que también estaría Òmnium. Otra, en la que se encuadran –no sin matices, como ayer mismo se comprobó– la ANC y Junts, unilateralista. La amenaza de los de Laura Borràs –que tiene el partido dividido: los consejeros Jaume Giró y Victòria Alsina quieren evitar la ruptura– se dirige al Govern y sobrevuela la ruptura. Exigen pasos adelante en la vía rápida. Pero Junts tiene mucho que perder.
De entrada, la ausencia de Junts del Govern supondría la pérdida de alrededor de 200 cargos directos que cuelgan de 'sus' consejerías. Además, estamos a ocho meses de unas elecciones municipales, en las que Junts se presentaría como poco fiable. Y con un Xavier Trias, alcalde de Barcelona entre 2011 y 2015, que aguarda que las aguas internas del partido se relajen para anunciar que se presenta en 2023.
Quedarse en el Govern como ahora, sin cambios estratégicos, es visto en Junts como un suicidio político y electoral lento e inexorable, que les llevaría a seguir fuera de la presidencia de la Generalitat. El objetivo es el poder, aunque sea autonómico.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete