Aragonès asegura que el caso de espionaje a independentistas «genera interés» en Europa

La reunión, en la que también ha participado la consejera de Acción Exterior, Meritxell Serret, ha comenzado sobre las 15.00 en la sede de la Comisión, el edificio Berlaymont, y ha servido para certificar el deshielo de la relación de la Generalitat con la Comisión Europea, ya que es la primera vez desde 2015 que un presidente catalán es recibido por Bruselas.

Aragonès ha explicado que en el encuentro ha trasladado a Reynders su preocupación por el espionaje a líderes independentistas con el programa Pegasus, del que el propio presidente fue uno de los afectados: «Dijimos que para nosotros la carpeta del asunto Pegasus, que ha afectado a decenas de personas en Cataluña, no estaba cerrada y no está cerrada«.

Ante el comisario de Justicia, ha defendido que estos casos de espionaje «no son admisibles en democracia» y ha apostado por trabajar al máximo y desde todas las instituciones para proteger los derechos fundamentales de la ciudadanía, como el de la privacidad y el de la intimidad, que, a su juicio, no están garantizados en España.

El jefe del Ejecutivo catalán ha agradecido a Reynders que le reciba en Bruselas, especialmente para abordar una cuestión como el espionaje a líderes independentistas, que afecta al Estado. Cuando trascendió el caso Pegasus, Aragonès ya intercambió cartas con Reynders sobre el asunto y la reunión ya estaba agendada desde hacía meses, por lo que ha celebrado que ahora haya podido trasladar «de primera mano» esta cuestión.

Según el presidente autonómico, ha constatado que en la Comisión Europea este asunto «genera interés», que comparten la preocupación por el ciberespionaje a dirigentes políticos y están a la espera de que el Gobierno de Pedro Sánchez conteste al requerimiento de información hecho por Reynders sobre el caso Pegasus, informa Ep.

Aragonès ha valorado positivamente que se hayan restablecido las relaciones institucionales entre la Generalitat y la Comisión Europea, ya que es la primera vez que un presidente catalán es recibido por Bruselas desde Artur Mas en 2015, cuando mantuvo un encuentro con la comisaria de Transporte, Violeta Bulc, pocos meses antes de las elecciones catalanas que dieron paso a la legislatura del 1-O.

Desde aquel encuentro, a raíz del proceso independentista comenzó una etapa de distanciamiento de las relaciones entre la Generalitat y la Comisión Europea, que hasta entonces habían mantenido unos lazos estrechos, pero en los últimos meses se han retomado con Aragonès en la Presidencia y con la apuesta por el diálogo con el Gobierno, que el Govern siempre reivindica que facilita que se les escuche en Europa.

El presidente ya recibió en mayo en el Palau de la Generalitat al vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, y antes tanto Aragonès como otros consejeros del Govern habían coincidido con comisarios europeos en actos en Barcelona. Así, el jefe del ejecutivo catalán ha celebrado que «se recuperen unas relaciones normalizadas», sobre todo en un momento en el que, para él, las instituciones europeas han ganado protagonismo desde la pandemia y la guerra de Ucrania.

En la reunión con Reynders, también han abordado la cuestión lingüística en la región, después de que Cs haya pedido en varias ocasiones al comisario europeo actuar ante el incumplimiento de la sentencia del 25% del castellano en Cataluña.

Aragonès le ha trasladado que todas las acciones que se han hecho sobre esta cuestión y la nueva normativa lingüística aprobada está hecha de acuerdo con la legislación, ha recordado que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) declaró la imposibilidad de ejecutar la sentencia del 25%, le ha explicado el modelo de escuela catalana, pero se desconoce si le ha explicado que el TSJC considera la normativa contraria a la Constitución.