Un pederasta se enfrenta a 107 años de cárcel por violar a una menor tutelada y 'ofrecerla' a otros hombres a través de redes sociales

En estas circunstancias, el individuo, también a través de Instagram, comenzó a pedir fotos a la niña, y vídeos en ropa interior y desnuda, accediendo esta a enviárselos. Tras ganarse su confianza y conocer de la vida familiar y escolar de la víctima, concertó una cita para conocerse. Fue así como quedaron en el centro comercial Finestrellas y de allí la llevó a su casa para mantener relaciones sexuales.

«Hasta octubre de 2021 se fueron sucediendo tales encuentros en el domicilio del procesado, frecuentemente», aprovechando cuando la menor se fugaba del centro Casa Infants Quim Grau, donde residía tras pasar a estar tutelada por la Dirección de Atención a la Infancia y la Adolescencia (Dgaia) de la Generalitat.

Sostiene así el fiscal que el individuo «le proporcionaba un lugar de refugio físico y, aprovechando esta circunstancia, ponía películas pornográficas para que la menor las viese y se desinhibiese y le imponía mantener relaciones sexuales». Además, el sujeto grababa las agresiones para luego compartirlas en redes o plataformas de mensajería.

Después, comenzó a 'ofrecerla' a otros hombres, también por dichos canales. La utilizó como «reclamo sexual» para ver como esos individuos mantenían relaciones con ella «en su presencia, a fin de lograr satisfacer en mayor medida su ánimo lúbrico», sostiene la Fiscalía. Lo hizo suplantando la identidad de la menor, haciendo creer a otros usuarios que hablaban con la niña, y diciéndoles que esta quería «mantener relaciones sexuales grupales».

«Tanto las relaciones sexuales que eran impuestas a la menor con terceras personas como las que mantenía con ella el propio procesado eran grabadas por el mismo. De esta manera, generalmente con su teléfono móvil marca y modelo iPhone XR, el procesado grabó no menos de 20 vídeos [de la víctima]», bien siendo agredida por él, o por terceros.

Fue en junio de 2022, tras la denuncia de la propia menor tutelada un año antes, cuando los Mossos d'Esquadra, por orden del Juzgado de Instrucción 20 de Barcelona, detuvieron al individuo y registraron su domicilio. Fue allí donde se incautaron de su teléfono, con el que grababa los vídeos, y a través del que hablaba con otros individuos por plataformas de mensajería para concertar los encuentros sexuales.

En el terminal almacenaba más de 230 archivos en las que aparecía la menor, bien junto a dicho sujeto y también con otros individuos. Es decir, las agresiones están captadas bien en vídeos o bien en fotografías. Además, los investigadores localizaron otras imágenes, creadas por terceras personas, en las que aparecían menores «de corta edad», también siendo víctimas de agresiones sexuales. De igual manera, tenía ingente material de agresiones sexuales a menores en su ordenador y varios discos duros.

Las pesquisas de la Policía catalana han permitido identificar a otros 16 depredadores sexuales, según detallaron en rueda de prensa el pasado junio, pero siguen buscando a más.