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L'Hospitalet, ciudad sin ley
Nuria Marín sigue incumpliendo el mandato de la mayoría de los representantes de los ciudadanos
La batalla del Baix (23/01/2023)
Núria Marín, alcaldesa de L'Hospitalet
Que los políticos de todos los colores y gobiernos hacen uso y abuso de los medios de comunicación públicos no es una novedad. Es el resultado de la escuela burocrática del poder endogámico (la partitocracia), que no se fía de los profesionales que no ... están en venta. Garantizar las mejores condiciones de independencia y profesionalidad cuando el patrón es un alcalde, aún resulta más difícil porque los ediles suelen reclamar sumisión absoluta, ya que se consideran amos y señores del presupuesto público. Actúan como si el dinero fuera suyo. De este modo, el control social de los medios y de los contenidos brilla por su ausencia, como se puede comprobar en los panfletos que llenan estos días los buzones de los vecinos o en los contenidos que difunden los medios digitales municipales, especialmente ahora que quedan dos meses para las elecciones.
El medio de comunicación que ha resistido mejor el paso del tiempo y el más libre de todos es la radio, porque mantiene el interés de las audiencias y con una llamada telefónica o con un micrófono delante, los ciudadanos comparten con los oyentes sus problemas y denuncian las injusticias. Es la manifestación viva del espíritu crítico de nuestra sociedad, sin censura previa, sin mordazas, puesto que lo ya dicho, dicho está y viaja a la velocidad del viento.
Hace casi ocho años que el pleno del ayuntamiento de la segunda ciudad de Cataluña aprobó reabrir Radio l'Hospitalet, emisora que la alcaldesa Núria Marín cerró en 2012, exactamente treinta años después de que naciera este medio de comunicación y de arraigo de la vida de sus vecinos. El acuerdo plenario fue ratificado por 16 concejales de los 27 que integran el Consistorio, quedando el PSC en minoría. Pero ese servicio público no se ha reabierto y la radio permanece clausurada, según se ha denunciado este lunes en la presentación del libro «Radio l'Hospitalet: La comunicación perdida. La emisora que el Ayuntamiento abrió hace 40 años y cerró hace una década, como si fuera suya», obra coral editada por la asociación Fomento de la Información Crítica (FIC) de esa ciudad.
De nada sirve que el incumplimiento de un acuerdo de gobierno en la segunda ciudad de Cataluña vulnere la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local, que adjudica a la alcaldesa-presidenta, «la capacidad de ordenar la publicación, la ejecución y el cumplimiento de los acuerdos del Ayuntamiento». Nuria Marín sigue incumpliendo el mandato de la mayoría de los representantes de los ciudadanos.
En la presentación del libro han participado los fundadores de la emisora, directores de diversas etapas y profesionales y conductores de programas, todos ellos autores de capítulos del libro que también publica 4 QRs con un total de 35 minutos de sintonías y voces de los 30 años de su existencia. Todos recordaron a los ya ausentes e hicieron votos para que, de nuevo, Radio l'Hospitalet vuelva a ofrecer identidad y arraigo a su población, ahora que buena parte procede allende nuestras fronteras.
Pero también se dijo que lo prioritario es convertir los medios de comunicación públicos en medios de comunicación controlados «verdaderamente por la ciudadanía y suficientemente financiados desde el presupuesto municipal como lo que en realidad son: un servicio público de primera magnitud para la articulación de una ciudad digna de ese nombre». Porque los gestores de estos organismos «no han de rendir cuenta al equipo de gobierno, sino a los que les pagan, que es la ciudadanía, y es ésta la que debe evaluar la labor que hacen». De nada serviría la reapertura de esta emisora con los viejos métodos. Los mismos del amo y señor que en l'Hospitalet se reduce a la voluntad de «la jefa», como denominan a Núria Marín.
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