El juicio por el 'caso Sijena' se celebra sin Lluís Puig porque Bélgica impide su declaración telemática

Así lo ha anunciado este jueves el presidente de la Sala Civil y Penal del TSJC, Jesús Barrientos, al considerar que Puig fue debidamente notificado para asistir al juicio, y que suspenderlo supondría dilatar aún más su celebración -prevista inicialmente para el pasado noviembre-, ya que el procedimiento se incoó en 2019. «Lo relevante es que el acusado ha sido formalmente citado para comparecer aquí. No lo ha hecho, aún sabiendo que la ausencia no justificada puede permitir la celebración de juicio en su ausencia», ha apuntando el magistrado.

La Fiscalía pide para Puig casi 6.000 euros de multa por desobediencia -a razón de 18 euros diarios durante once meses- y dos años de inhabilitación para empleo o cargo público, así como que que indemnice, de forma conjunta y solidaria, a la Diputación General de Aragón, por el embalaje y transporte de las obras al Monasterio de Sijena.

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Fue en septiembre de 2022, a dos semanas del comienzo del juicio en Huesca, cuando Puig, que se refugió en Bélgica tras ser acusado de malversación por el 1-O, apeló a su condición de aforado -es diputado de Junts en el Parlament- para que el Juzgado de lo Penal 1 de la citada ciudad se inhibiese a favor del TSJC, que fue lo que finalmente ocurrió.

Otro exconsejero de Cultura de la Generalitat, Santi Vila, también acusado de desobediencia, aunque, en su caso, será enjuiciado por un juzgado penal de Barcelona, también estaba citado como testigo. En su caso, se ha acogido a su derecho a no declarar.

Esta mañana, Junts ha convocado un acto de apoyo a Puig a las puertas del TSJC, encabezado por el secretario general de la formación, Jordi Turull, y el presidente del Parlament, Josep Rull, y al que también han acudido los diputados de ERC Marta Vilalta y Juli Fernàndez. Por su parte, el acusado, en un vídeo que ha difundido el partido, ha defendido que las obras estaban «bien conservadas y expuestas» en el museo de Lérida y espera «poder cumplir su sueño de volver al Parlament» como diputado, cuando «termine este expediente que seguramente no debería haber empezado nunca».