La Generalitat destituye al jefe de los Mossos

El consejero Joan Ignasi Elena cesa a Josep Maria Estela tras mantener una reunión este lunes, por el malestar del mando con la elección de los nuevos comisarios

Eduard Sallent, hasta ahora número dos, asumirá la jefatura del Cuerpo de forma provisional

El comisario Estela saluda al ministro Marlaska durante el Día de la Policía en Barcelona EP | VÍDEO: EP

Elena Burés

Barcelona

El consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, ha cesado este lunes al jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Maria Estela, tras diez meses en el cargo. La destitución se produce después de una última reunión entre ambos este lunes, en la sede ... del Departamento, tras el malestar del mando con la designación de los nuevos comisarios.

Estela, como presidente del tribunal, había escogido a dos mujeres entre los seis nuevos mandos, pero Elena, que tras acceder a la cartera marcó como uno de sus compromisos la «feminización» del Cuerpo, decidió que, finalmente, serían cuatro, lo que aumentó las tensiones entre ambos.

Durante el encuentro esta mañana, que se ha alargado durante una media hora, Estela se ha negado a dimitir, al sentirse respaldado por los mandos de la Policía catalana, que este domingo expresaron públicamente su apoyo al comisario jefe con un comunicado. Ante esta postura, ha sido el propio Elena quien lo ha fulminado.

Será el hasta ahora número dos de la Policía catalana, Eduard Sallent, el que asumirá el mando provisional del Cuerpo, según han informado desde Interior. En diciembre, cuando los nuevos comisarios completen su formación, se producirá la reestructuración de la jefatura.

Entre los nombres que suenan para sustituir a Estela está el de Rosa Bosch, aunque también el de Silvia Catà -dos de los seis nuevos comisarios, cargos de libre designación-. Cabe recordar que el hasta hoy máximo responsable de los Mossos había trasladado su malestar con Sallent, del que llegó a pedir su destitución, por falta de entendimiento entre ambos e incluso alguna que otra «deslealtad».

El cese se produce solo diez meses después de su nombramiento, en sustitución del mayor Josep Lluís Trapero. Estela, hasta entonces un desconocido para gran parte del Cuerpo, asumió el encargo bajo la promesa «tomar decisiones de forma colectiva y trabajando en equipo», además de «desterrar la primera persona del singular del Cuerpo de Mossos».

Unas palabras en las que muchos interpretaron una crítica velada al liderazgo personalista de Trapero. Ahora, el comisario, de 51 años, se incorporará como nuevo jefe de la región policial de Ponent (Lérida).

Su cese supone el séptimo cambio al frente de los Mossos en los últimos cinco años. La crítica es unánime entre mandos y agentes de base: «necesitamos estabilidad». Desde Uspac, Albert Palacio explica a este diario el malestar de los uniformados: «Es una vergüenza. Se han reído en la cara del Cuerpo. La institución no se merece esto».

El sindicato censura además, que «el juego de tronos» en la jefatura perjudica a los agentes que se encuentran a pie de calle, que sufren una «pérdida del principio de autoridad». También lamenta que la politización del Cuerpo por parte del Govern se cobre la cabeza de Estela, «una persona próxima a la base, un policía que conoce el territorio, y uno de los pocos mandos que ayudaron a los mossos que abatieron a los terroristas de los atentados de Barcelona y Cambrils».

Desde la asociación de mandos Copcat también han lamentado la destitución. «Llevamos demasiados años de inestabilidad en la jefatura y ya es hora de que todos juntos pongamos sentido común para conseguir la estabilidad que merecemos».

En la misma línea, otra organización de agentes, Sap-fepol, lamentó el «ruido» al que se ha contribuido desde Interior y el propio Cuerpo. Un «ruido» que solo aumenta «la distancia existente entre la base y la cúpula política y operativa» de los Mossos. Por ello, exigen al departamento explicar los motivos del cese en una reunión extraordinaria del Consejo de la Policía y censuran «el desgaste y la incertidumbre con los continuos cambios en la dirección».

Provisionalidad

El cese de Trapero se produjo un año después de su restitución al frente del Cuerpo, una vez la Audiencia Nacional lo absolvió de los cargos de sedición y desobediencia de los que estaba acusado por la actuación de los Mossos el 1-O. Fue el entonces titular de Interior, Miquel Sàmper (Junts) quien le ofreció volver. Fue la nueva consejería, en manos de ERC, quien prescindió de él, igual que ahora prescinde de Estela y el consejero Elena ha cesado así a dos jefes del Cuerpo en menos de un año.

Tras la destitución de Trapero en octubre de 2017 con la aplicación del 155, el Gobierno nombró como sustituto a su entonces número dos, Ferran López, que en abril del pasado año dejó la Policía catalana para ocupar el cargo de jefe de seguridad del FC Barcelona en la nueva etapa de Joan Laporta. Ahora, ya fuera del Barça, sigue en excedencia.

Una vez superada la etapa del 155, el entonces titular de Interior, Miquel Buch (Junts), relevó a López y situó como comisario jefe a Miquel Esquius, que apenas estuvo unos meses al frente de la policía catalana hasta que la Generalitat apostó por el comisario Sallent, que luego regresó a la cúpula de la mano de Estela, y que ahora asume de nuevo el mando del Cuerpo hasta diciembre.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios