Illa obvia los temas de actualidad en su primer discurso de Navidad como presidente catalán

«Soy muy consciente de las dificultades a las que nos enfrentamos, pero no nos hemos de dejar arrastrar ni por los discursos que pretenden dividirnos ni por los discursos cargados de odio o pesimismo», ha dicho Illa, en un mensaje grabado en el Palacio de la Generalitat, emitido por TV3 esta noche y alejado del tono y el contenido de sus predecesores. Esta ha sido la única referencia, indirecta e interpretativa, a cualquier asunto político de actualidad por parte del responsable de la Generalitat en su primer discurso desde que tomó posesión del cargo en agosto tras obtener el apoyo de ERC y los comunes.

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En un mensaje con referencias a «las raíces cristianas de nuestra sociedad» que celebra la Navidad y un recuerdo para las personas que trabajan estos días (agentes de los Mossos d'Esquadra, policías locales, bomberos, conductores de transporte público, personal de limpieza, cocineros, camareros, el personal de los hospitales y de los centros de mayores y servidores públicos, en general) para que todo el mundo pueda «disfrutar de las fiestas», Illa, eso sí, se ha olvidado del español en su discurso y lo ha hecho, únicamente, acompañado de la bandera de Cataluña.

En cualquier caso, ha tenido palabras para recordar el sufrimiento que producen «los conflictos» como los de Gaza, Siria y Ucrania y para defender «la paz y la fraternidad» en el mundo. «Hemos de mantenernos firmes en la defensa de la paz y el diálogo, como siempre hemos hecho desde Cataluña», ha añadido. Para, seguidamente, indicar que «también está bien parar para apreciar lo que tenemos», porque la paz «es poder dormir en tu casa con tu gente y levantarte al día siguiente para ir a trabajar», así como poder llevar a los niños a la escuela, tener un plato para comer cada día o acompañar a los abuelos al médico. «Todavía hay mucha gente que no puede disfrutar de esta paz».

En esta línea, el presidente autonómico ha pedido a los catalanes que mantengan «la fraternidad» todos los días del año y no solo estos días festivos de Navidad. «A veces, puede ser, se nos olvida, pero la fraternidad es el fundamento de cualquier sociedad, país o democracia», ha señalado. Una fraternidad que debe ser entre «familiares», «vecinos» y «territorios». Y ha añadido que «es importante que reforcemos lo que compartimos», «vivamos nuestra diversidad como una riqueza» y sentirse «orgullosos de lo que somos y de lo que hemos conseguido, como país y como sociedad». Eso sí, todo esto, «sin caer en el triunfalismo».

De la misma manera y manteniendo el argumento central de su comparecencia del lunes, para analizar el final del curso político de 2024, Illa se ha mostrado optimista para el año que empieza de aquí a cinco días. «Estoy convencido de que el año 2025 será un año de nuevas esperanzas», que, en su opinión, se traducirán «en una vida mejor para todo el mundo» y siendo consciente de «las dificultades» a las que «nos enfrentamos». Pero «la historia nos demuestra que Cataluña ha avanzado más cuando ha confiado en ella misma».

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En resumidas cuentas, para el año próximo, el presidente de la Generalitat ha pedido a los catalanes que estén al lado de «la esperanza», porque «cuando hemos compartido esperanzas, esfuerzos y optimismo hemos progresado más y a favor de todo el mundo», es decir, «hemos fortalecido la fraternidad que une personas y territorios», ha concretado al final de su intervención. Y ha pedido convertir Cataluña en un lugar más cívico, más amable y más próspero, una tarea que «empieza por cada uno de nosotros mismos, por los pequeños gestos cotidianos», ha dicho.