La familia del boxeador Xavier Moya denuncia que fue víctima de una «trampa mortal» cuando circulaba con su moto por la calle Aragón
Un juzgado investiga el siniestro que le costó la vida, el pasado 7 de octubre, tras chocar contra un elemento de caucho, colocado en la vía. Su familia apunta a un posible homicidio imprudente
«¿La vida de mi hijo vale menos que un contenedor quemado?»
Barcelona
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Iniciar sesiónLo habitual es que el Ayuntamiento de Barcelona informe sobre los fallecidos en siniestros viarios con un escueto y aséptico comunicado. Por cruel que parezca, son informaciones que no copan titulares, ante cierta normalización de este tipo de sucesos: las muertes de personas ... en accidentes de tráfico, que a veces se limitan a un frío porcentaje: si aumentan o descienden.
El pasado 7 de octubre, cuando un motorista murió en la calle Aragón, no hubo nota oficial. La víctima, de 55 años, fue Xavier Moya, mítico boxeador barcelonés, campeón del mundo de Kung Fu en 1991, solo un año después de proclamarse número uno de Europa en la misma disciplina. También lo fue, en varias ocasiones, de Full Contact y de peso medio en España, donde atesoraba asimismo un campeonato de Artes Marciales Mixtas.
Fue con 16 años, tras sufrir el robo de 500 pesetas y de su chaqueta, cuando apostó por la defensa personal. Ya a finales de los años ochenta, el púgil abrió su gimnasio, Esport Rogent, en el barrio de El Clot, que aún regentaba. Durante su carrera, llegó a medirse, entre otros, con grandes rivales de la época, como Amadeo Peña, Jorge Sendra y Javier Castillejo, hasta 2003, cuando anunció su retirada.
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Elena BurésFue en agosto de 2020 cuando un coche embistió a Josep Boan, que circulaba a escasos metros de su padre por la AC-442. La sentencia condenó al conductor por homicidio imprudente
Con su fallecimiento llegaron las muestras de afecto de aficionados y amigos. Entre éstos, el abogado Daniel Vosseler que, tras conocer lo ocurrido, se puso a disposición de la familia.
Moya sufrió un accidente cuando circulaba con su moto por una de las principales arterias de la capital catalana, y sus allegados denuncian ahora «graves deficiencias en la vía», la confluencia entre las calles Aragón y Sicilia. «El siniestro de Xavi era previsible y evitable, porque había denuncias previas y accidentes anteriores en ese mismo punto, lo que indica la peligrosidad del espacio, con problemas de visualización», apuntó esta semana Vosseler, junto a la viuda y los hijos de Moya.
El atestado de la Guardia Urbana no imputa ningún tipo de responsabilidad a Xavier
Un juzgado de la ciudad, Instrucción 7, incoó diligencias tras el accidente mortal, y la familia del púgil se personó como acusación en el procedimiento. «No nos pueden decir que fue un hecho sorpresivo. El atestado de la Guardia Urbana no imputa ningún tipo de responsabilidad a Xavier», indicó el letrado, que lleva el caso junto a su colega Pedro Santamaría.
No hubo ningún otro vehículo implicado. Tampoco exceso de velocidad, ni consumo de alcohol por parte del motorista, sino «una colisión contra un elemento de caucho». Esa fue la causa del siniestro. Una 'pastilla' negra, denominada tortuga.
«Una grave imprudencia»
«Xavi se encontró con una emboscada, con una trampa mortal. Circulaba por el carril izquierdo, y se encontró con otro carril sorpresivo que le obligaba a ir hacia la izquierda o a hacia la derecha, sin ningún tipo de señalización. Intentó seguir por su carril, pero se topó con un único elemento de caucho. No señalizado, de color negro, cuando era de noche. El choque fue inevitable», indicó el letrado, que sostiene que lo que le costó la vida a su amigo no fue un accidente, sino «una grave imprudencia».
La familia ha solicitado al juzgado que investigue quién era el responsable del mantenimiento de la vía, y también por qué, después de que varios afectados interpusiesen sendas denuncias por accidentes con ese mismo elemento de caucho, nadie tomó medidas, «como sí se hizo tras el accidente de Xavi», manifestó Vosseler, que cree que podría tratarse de un homicidio imprudente, o bien de un caso de dejación de funciones. «Tenemos constancia de otras cuatro víctimas por lesiones tras accidentes en esa misma vía», sostuvo, para avanzar que todos ellos serán testigos en el caso de Moya. La pregunta que se plantean los allegados del boxeador es, si había conocimiento de la peligrosidad del espacio, «¿por qué nadie hizo nada antes?». «Queremos que la Justicia nos de respuestas», manifestaban desde el despacho. En caso de que la vía penal no tenga recorrido, iniciarán los trámites para una reclamación patrimonial, pero son conscientes de que los plazos se pueden alargar entre cinco y diez años.
«Hablamos de una artería principal de Barcelona, que es una ciudad motera. No entendemos cómo se instaló una pieza de esa magnitud y rigidez en una calle como Aragón», cuestionó Vosseler, que cree que es contraria a la normativa europea de seguridad vial. Por ese motivo, han encargado también un informe al respecto a Francisco Javier López Delgado, perito experto en la materia.
Pedirán asimismo al juez la citación, como testigos o investigados, tanto de los responsables de la empresa que reformó la zona, como del personal, técnico o político, con capacidad de decisión en las condiciones de señalización y mantenimiento de la vía. El objetivo es que se depuren responsabilidades. «Caiga quien caiga», aseguró el letrado.
«No hay puntos negros»
Por su parte, desde el consistorio indican que es a la justicia a quien corresponde analizar el siniestro y sus circunstancias, en base al atestado de la Urbana. «El Ayuntamiento colaborará, como siempre, y en todo momento», subrayan y apuntan además que, ante las acciones penales, ahora no pueden abrir un expediente informativo. Por tanto, estarán «atentos» a las actuaciones de la instrucción.
El Eixample, por su alta densidad de tráfico, es el distrito con mayor siniestralidad de la ciudad. Preguntados por las cifras, desde el gobierno municipal explican a ABC que en Barcelona «no hay puntos negros», sino algunos con alta siniestralidad, que son aquellos que registran diez o más accidentes anuales, con heridos graves o fallecidos. El cruce Aragón-Sicilia registró 14 accidentes el año pasado, y otros ocho en lo que va de 2023, ninguno mortal, hasta el que le costó la vida a Moya.
En lo que va de año, son 19 las personas han muerto en Barcelona por accidentes de tráfico. Siete de ellos, motoristas. No son sólo una cifra, como Moya, marido de Coral, y padre de Xavi y Judith.
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