La falsificadora de Nou Barris fabricaba billetes en su dúplex de lujo y usaba peluca y gafas de sol para 'colocarlos'

Durante tres años, la falsificadora, que no tenía antecedentes, fue puliendo su técnica, hasta llegar a imitar los elementos de seguridad de los billetes reales: el propio papel empleado, los hologramas tridimensionales, la estampación de la marca de agua e incluso las táctiles, que en el papel moneda auténtico se realiza con impresiones calcográficas. Una persona «metódica, que buscaba la perfección», apuntan los investigadores.

Cazarla era cuestión de tiempo, y así ocurrió el pasado lunes, 6 de mayo, cuando varios comerciantes de Sants-Montjüic alertaron a la Policía catalana tras detectar que les habían 'colocado' varios billetes falsos de 20 y 50 euros. Todos con pequeñas compras. Fue así como una patrulla localizó a la sospechosa, que lleva encima nueve ellos. Los agentes de Seguridad Ciudadana alertaron entonces a sus colegas de la Unidad Central de Falsificación de Moneda, que certificaron que eran idénticos a los que investigaban desde 2022.

La mujer iba ataviada con peluca y gafas de sol. El 'modus operandi' descrito por quienes detectaron por primera vez las falsificaciones. Ese mismo día, autorizada la entrada y registro por el juzgado de incidencias de Barcelona ,los agentes registraron su piso. Un dúplex de lujo que ocultaba el laboratorio artesanal para fabricar los billetes de 20 y 50 euros. Para ello tenía un ordenador, una impresora de gran calidad, papel de gran gramaje, con un 75 por ciento de algodón -y el porcentaje restante de lino-; algunos ya fabricados, aunque no cortados, por valor de 50.000 euros, y también hologramas y tampones con las imágenes para imitar las marcas de agua.

Además, la falsificadora tenía una libreta donde anotaba el papel moneda que fabricaba y cómo podía mejorar su técnica. Según ella misma explicó a los agentes, cuando se quedó sin ingresos y no poder mantener su alto nivel de vida, decidió crear su laboratorio artesanal.

Según alerta el Cuerpo catalán, durante los tres últimos años han detectado un aumento de la fabricación y distribución, tanto de monedas como de billetes falsificados. Así lo atestiguan las tres operaciones que, solo en 2024, han llevado a cabo contra varias organizaciones. En febrero, un entramado de paquistaníes que hacía lo propio con billetes de 100 euros en Italia, la operación Tridente.

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El pasado marzo, junto a la Guardia Civil, desmantelaron otro grupo criminal, en este caso de albaneses, que además de al tráfico de drogas y a los narcoasaltos, también se dedicaban a falsificar dinero. En este caso, la operación Romina, eran billetes de 500 euros. El mes pasado, junto a la Policía Nacional, los Mossos desarticularon en Toledo un taller de producción de monedas de 2 euro. El más grande de Europa en la última década.