Dos concejales del PSC aceptan un año de prisión por expulsar a los policías del 1-O de Pineda (Barcelona)

Así, Jordi Masnou, todavía teniente de alcalde, y Carme Aragonès, que ejerció como tal en octubre de 2017, han admitido los hechos y por ello la Fiscalía ha rebajado la condena, ya que inicialmente les pedía tres años de cárcel por estos hechos.

A pesar del acuerdo de conformidad con el Ministerio público, no se ha evitado el juicio al haber un tercer acusado, el entonces jefe de la Policía Local de Pineda, que no se ha adherido al pacto de los socialistas. Durante la vista oral en la Audiencia de Barcelona han comparecido tanto el gerente como el director de los alojamientos, que han detallado lo que ocurrió aquel 2 de octubre.

Fue sobre las diez de la noche cuando en uno de los hoteles, el Mont Palau, se presentaron los tres acusados. Según su director, fue Masnou quien le transmitió que debían echar a los policías. En los alrededores del alojamiento, una protesta multitudinaria, en contra de los uniformados, y un cordón de los Mossos d'Esquadra para velar por su seguridad.

«Me llamó el director del hotel y me dijo que había problemas. Mucha gente fuera, quejándose, y personas del ayuntamiento que querían que lo desalojásemos. Que teníamos que desalojarlo al día siguiente», ha detallado el gerente de la cadena, a preguntas del fiscal Miguel Ángel Aguilar.

Por teléfono habló también con Carmen Aragonès y el entonces responsable de Urbanismo, Jordi Masnou. «Yo les dije que no podía ser inminente, pero ellos insistieron, teníamos que desalojarlos sí o sí», ha detallado. Ante su negativa, llegó la advertencia, le dijeron que «harían lo que fuera para cerrarlo».

Así lo escribió él mismo aquella noche, en una conversación de Whatsapp: «No te puedes imaginar la impotencia, nos cierran los hoteles». Poco después, junto al director, redactó un documento para notificar a la Policía Nacional que el ayuntamiento los había presionado para desalojarlos, «bajo amenaza de cerrar por cinco años».

A pesar de ello, al día siguiente el consistorio emitió un comunicado en el que negó haber ejercido cualquier presión para expulsar a los funcionarios. Documento que el gerente rechazó suscribir. Dio instrucciones de que «no se firmara» pese a que se lo «propusieron».

Menos tajante se ha mostrado el director quien, a preguntas del fiscal, ha indicado que aquel 2 de octubre Aragonès le pidió «amablemente» que cerrase el hotel. «¿Le dijo la razón?», ha inquirido Aguilar, «Supongo que era una noche complicada, había mucha tensión», ha contestado.

No así Masnou, que se dirigió tanto a él como al gerente «con tono amenazador». También les dijo que les retiraría la licencia. «Decía quedarse entretenido cinco años», ha explicado ante el tribunal, con «tono agresivo, cabreado y de mala leche». Finalmente, echaron a los policías el 5 de octubre.

El juicio continuará mañana con la declaración del resto de testigos y del otro acusado, el jefe de la Policía Local, Carles Santacreu, que se presentó en el hotel aquella noche junto a los concejales del PSC, aunque lo hizo de paisano y, según el director del Mont-Palau, no llegó a decir nada.