Cinco ataques diarios con arma blanca durante 2022 en Cataluña, un 44% más que antes de la pandemia

Respecto a ese mismo periodo, anterior a la pandemia, también se disparan las denuncias por tenencia de armas blancas. Crecen un 80 por ciento, hasta superar las 6.200 en los últimos doce meses. Eso sí, desde el Cuerpo subrayan que, pese a las cifras, estos ilícitos solo suponen un 0,3 por ciento del total de los que se cometen en Cataluña, y un 3,2 por ciento de los que se perpetran contra las personas.

Así lo ha detallado esta mañana el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, en una rueda de prensa en la que ha negado que «exista cultura de la navaja», enmendando así la plana al teniente de seguridad Albert Batlle, que lo afirmó tras admitir su preocupación por el creciente uso de armas blancas en la capital catalana. Y es que del total de incidentes registrados durante el pasado año, el 66 por ciento de ellos se produjeron en Barcelona y su área metropolitana (las regiones policiales Metro Sur y Metro Norte).

Para tratar de atajar su uso, la Policía catalana desplegará un plan específico por todo el territorio, basado en tres ejes: la prevención, con dispositivos en zonas de riesgo, especialmente de ocio -como el llevado a cabo en la discoteca Waka de Sabadell-; la detección, intensificando los patrullajes de proximidad, en ciertas zonas como el Raval, donde el repunte del consumo y venta de heroína ha propiciado un incremento de su uso; y por último: con investigación: estudiando los datos delincuenciales para detectar a posibles portadores y áreas conflictivas.

En cuanto al perfil de sus portadores, la inspectora Monserrat Escudé ha descartado que sean «jóvenes», y ha señalado que su empleo puede estar ligado desde el tráfico de drogas al crimen organizado, a una pelea, o un robo con intimidación en el que no se llegan a producir lesiones. En cuanto a los homicidios perpetrados con arma blanca, fueron 31 del total de 59 que se registraron en Cataluña en 2019, y 29 de los 60 durante el año pasado. Es decir, el 50 por ciento.

Si bien los Mossos constatan su proliferación, también indican que su detección se debe al aumento de controles y registros por parte de los agentes. La inspectora Escudé ha admitido la inseguridad que generan estos incidentes y por ello ha subrayado que «retirar armas de la calle es una política eficaz de prevención de riesgos, aunque no la única». Así ha señalado que «no se podrán erradicar si no se aborda su disponibilidad». Es decir, el acceso a las mismas.

Además, la Policía catalana ultima, al igual que la Urbana de Barcelona, el uso de detectores de metales para así poder detectar objetos punzantes, reduciendo los riesgos por parte de los agentes.