Cataluña extiende el aborto farmacológico hasta las 14 semanas
La Generalitat pretende incrementar todavía más la accesibilidad de este derecho
Los diez cambios que traerá la ley de aborto antes de fin de año
A. C.
Barcelona
Cataluña está ampliando los protocolos para poder realizar abortos farmacológicos hasta las 14 semanas. Esta práctica se implanta hasta las nueve semanas desde cualquier ambulatorio, aunque la Generalitat ya lo estaba ofreciendo a gestantes de entre diez y 14 semanas, en este caso en hospitales ... y de momento dentro de un programa piloto en tres centros. Ahora, la medida se extenderá de forma progresiva, primeramente a cuatro nuevas áreas y con el objetivo de que llegue al resto de centros hospitalarios autorizados.
Así lo ha avanzado el consejero catalán de Salud, Josep Maria Argimon, este miércoles durante una jornada de trabajo sobre la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) enfocada a los profesionales que su departamento y el de Igualdad y Feminismos han organizado por primera vez coincidiendo con el Día Internacional para la Despenalización del aborto.
El nuevo Protocolo para la atención a las mujeres que solicitan una interrupción voluntaria del embrazo en Cataluña amplía el aborto farmacológico hasta las 14 semanas, que se efectúa con la administración de dos pastillas. Además, incluye recomendaciones de pauta analgésica y para que estos procedimientos sean mínimamente invasivos y se reduzcan los riesgos, así como pautas para tratar comorbolidades.
Argimon ha reconocido que tienen que incrementar la accesibilidad de este derecho aunque ha reivindicado que han ampliado la red para la práctica de abortos quirúrgicos en Lérida, Berga, Manresa (Barcelona) y Tortosa (Tarragona) y la de abortos farmacológicos en Tremp, la Seu d'Urgell, Viella (Lérida) y Puigcerdà (Gerona). El consejero se ha congratulado de que en Cataluña la accesibilidad al aborto es «mucho más elevada» que en el resto de España.
Durante el mismo acto, la consejera de Igualdad y Feminismos, Tània Verge, ha argumentado que el aborto es un tema de salud pero también de «autonomía y de derechos fundamentales de las mujeres» y ha defendido que el nuevo protocolo es un reconocimiento a una reivindicación feminista histórica, según recoge Ep.
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