Bar Vint-i-quatre o cómo disfrutar de tapas gastronómicas en el mejor chaflán de Barcelona

Fue la clásica cervecería José Luis y en 2018 se convirtió en el hermano pequeño de Tapas 24, la enseña gastronómica de Carlos Abellán, coronada como el mejor restaurante de tapas de Barcelona por el programa televisivo «Joc de Cartes» de TV3. Ahora, Abellán sigue vinculado con el establecimiento mediante una asesoría gastronómica, porque quien lo regenta es el mismo personal en una suerte de feliz autogestión, igual que ocurre en Tapas 24 con Toni Morago al frente del equipo y que trabajó durante 18 años con el chef que ahora vive prácticamente todo el año en Formentera.

En la paradisiaca isla balear el chef mantiene Casa Natalia, con su mujer Natalia Juan, pero abren solo para cenas durante la temporada estival, igual que el club Charlie situado en el sótano. Durante unos meses al año recorre todos los establecimientos que asesora tanto fuera como dentro de España. No en vano, este chef tiene un largo recorrido que la pandemia trucó y por eso ahora rehúye la gestión para dedicarse a lo que le gusta y domina: la asesoría gastronómica.

Abellán primero trabajó con Ferrán Adrià durante 15 años en elBulli y luego abrieron Talaia Mar en el Puerto Olímpico de Barcelona, además de Hacienda Benazuza en Sanlúcar la Mayor, cerca de Sevilla, hasta que en 2001 abrió su primer restaurante propio, Comerç 24, donde conquistó una estrella Michelin (2007), pero que acabó cerrando para dedicarse a otros proyectos, como Tapas 24, la reinvención de la más española forma de gastronomía. También abrió Bravo, cocina de autor en el Hotel W, y chiringuitos de playa accesibles para todos los públicos, como La Guingueta. Su segunda estrella Michelin la conquistó en La Barra (2018).

En Bar vint-i-quatre hay garantías de comer estupendamente, no sólo por la calidad de los productos y el dominio de la técnica, sino también por la creatividad y los detalles que están presentes en la carta, distribuida en tres secciones: «A la hora del vermut», «Las tapas más tradicionales» y «Nuestros platillos». La propuesta ocupa sólo dos páginas y reúne clásicos como el bikini trufado, mozzarella y jamón ibérico; las croquetas de pollo rustido a la catalana, la ensaladilla rusa, ganadora del concurso nacional en 2018, que ahora se sirve «ilustrada» de gambas al ajillo. Muy recomendable es el tartar de tomate clásico con alcaparras aliñado como si de carne se tratara.

Abre siempre, a todas horas, de lunes a viernes de 8:30 a 24 horas, y los fines de semana de 12 a 24 horas, bajo el lema del local: «Somos amantes del «vamos a tomarnos algo», de las tapas y platillos, del buen vino, de los cócteles y de compartirlo en buena compañía». La acogedora terraza también es practicable durante todo el día, desde donde ver y ser visto en la calle más «cool». Para acceder al interior, se bajan unos escalones y se divisa un elegante espacio con espejos a la altura de los comensales y ventanas acristaladas en lo alto por donde se ven los viandantes de Tuset. La cocina es abierta y el comensal puede entretenerse en leer las ingeniosas frases escritas en los espejos: «Si tu pareja llama al bar y pregunta por ti, las tarifas van desde los 9 euros («se acaba de ir») a los 17,50 de «no lo conocemos».

Vint-i-quatre es un establecimiento de éxito al que recurrir siempre y a cualquier hora si se está por la zona. Porque se ofrece comida sin interrupción durante todo el día todos los días de la semana con la garantía de que cualquier tipo de público obtendrá felicidad gastronómica, además de un exquisito trato en un lugar emblemático.