Tirar el 23J y probar otra cosa

Podemos hablar de qué modelo de Estado queremos (todos), pero no es aceptable negociar apagones selectivos de ese Estado. No puede ser que si has nacido en una comunidad autónoma tengas derechos a fármacos oncológicos y si has nacido en otra, no. No puede ser que un vasco pague menos que un extremeño por la Seguridad Social. Que un murciano pueda pedir amparo al Tribunal Constitucional y un catalán no. Que se 'quite' deuda a gobiernos derrochones mientras los gobernados sudamos para pagar impuestos: si quieren una quita del FLA, que nos la hagan directamente a los contribuyentes. Que me lo den a mí, no a Pere Aragonès ni a Carles Puigdemont. Que ellos se lo pulen en el bingo de Waterloo.

La unidad de España no es una historieta del Capitán Trueno. La unidad de España es punto de partida de derechos y deberes, los mismos para todos, unos mínimos de ser y valer todos igual, sobre el que determinados colectivos podrán reivindicar lo que gusten, y lo hablamos, pero sin tocar la célula madre de la libertad individual. Sin fisionar ni fusionar el átomo con la excusa de que el enemigo es malísimo y contra él todo vale. ¿Han visto la película 'Oppenheimer'? Pues menos rollos y al tajo. Hay que tirar el 23J y probar otra cosa. Quien tenga ideas que las diga, y quien no, que se quite y deje trabajar. Y soñar con una España mejor.