El día que gané las primarias y el cielo

¿Os dais cuenta de aquello a lo que nos enfrentamos, si un hombre como Fernando Savater siente vértigo ante el desafío? Ciudadanos era y es el enemigo a batir, el enemigo número uno, de todos los liberticidas, fratricidas, memoricidas, futurocidas e ilusioncidas de España. Porque cuando todo lo demás falla, cuando todo el mundo ha claudicado, se ha vendido y se ha rendido, sólo queda Ciudadanos. Para parar un golpe, todos los golpes, y para ofrecer futuro allá donde otros solo proveen populismo, abusos de poder y oleada tras oleada de malversación y corrupción, que hace que por muchos impuestos que paguemos, trabajando hasta reventar y dándolo todo, nunca alcance para nada.

La lucha de estos diecisiete años no ha sido fácil. El choque frontal con el bipartidismo ha sido brutal. Pero hemos sobrevivido. Más sabios, más fuertes. La refundación nos ha obligado a mirar a la cara nuestros errores, pero también nos ha recordado que no nos debemos a nada ni a nadie más que a la buena gente, millones de buenas gentes, que sin Ciudadanos se quedarían huérfanos. Condenados a votar cosas tristes o a no votar. Nada es perfecto pero todo es posible si funcionamos como una naranja mecánica en los Ayuntamientos, en los Parlamentos autonómicos, en el Congreso. Las siglas de Ciudadanos no se compran ni se venden porque son nuestro mayor tesoro y un seguro de vida para nuestros conciudadanos. España y la libertad empiezan en tu barrio.