Los martes, toros
Una nueva pasión encendida
«La Fiesta necesita que surjan toreros que arrastren a los aficionados»
Artículo de Ángel González en ABC

La Fiesta necesita que surjan toreros que arrastren a los aficionados, que vuelvan a encender esa llama sagrada de la pasión por la tauromaquia. Y eso es así tanto a nivel global con las grandes figuras que marcan épocas como en círculos más concentrados, ... en donde ese fuego se prende con toreros mucho más cercanos.
Lagartijo y Frascuelo, Joselito y Belmonte, en la Edad de Oro, El Cordobés en los sesenta y setenta, y ahora el peruano Roca Rey…
En Barcelona se han vivido eclosiones que hicieron historia, como la comunión con Manolete, o la irrupción de un fenómeno social como fue Chamaco, y su competencia con Joaquín Bernadó. Y el último ídolo, José Tomás…
Desde aquella triste salida a hombros de Tomás con Juan Mora y el diestro de Montcada Serafín Marín, en septiembre de 2011, los aficionados catalanes han conformado una auténtica resistencia. Lejos de retroceder han avanzado siempre en la búsqueda de la libertad perdida. Ni una semana ha pasado en blanco sin que se programara un acto de reivindicación de la Fiesta. Coloquios, conferencias, presentaciones de libros, entrega de galardones, visitas de toreros, el exilio a las grandes ferias…todo con el toreo, por el toreo, pero sin toros.
En este tiempo se ha mantenido viva la Escuela Taurina de Cataluña, con sus chavales luchando por una ilusión, un sueño. Y fruto de esa escuela hay un joven novillero que ha vuelto a encender esa pasión dormida de seguir a un torero. La de morirse de ganas por acudir a cada actuación. Mario Vilau, formado en la escuela, está toreando con picadores y suma sus tardes con éxitos desde que a finales de la pasada temporada debutara con picadores.
Hace unas semanas recibió su bautizo de sangre en tierras mexicanas y el pasado sábado sumó una nueva salida a hombros en la cercana plaza de Vinaroz, en donde se vivió un ambiente que a muchos les recordó el de una tarde de toros en la Monumental de Barcelona. Mario ya tiene una legión de seguidores. Ha vuelto ha encender una nueva pasión.
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