Traspinedo no olvida el caso sin resolver de Esther López y reclama justicia

Esther López fue vista con vida por última vez a lo largo de la gélida madrugada del 13 de enero del pasado año. Estuvo tomando algo en un bar con unos amigos y viendo un partido de fútbol y después se fue con varios a casa de uno de ellos. De allí volvería en compañía de Óscar, el principal sospechoso, con quien se subió en un coche presuntamente para ir a casa. A raíz de una hipotética discusión, ella se bajó en las proximidades del restaurante La Maña, en el cruce de la carretera N-122, donde su teléfono dejó de emitir señal.

Semanas después, la autopsia determinó que había sido atropellada y que la persona que la mató la dejó agonizando, dado que si hubiera recibido asistencia médica, podría haber sobrevivido. Los informes forenses apuntan a que pudo ser atropellada por la espalda por un vehículo tipo todoterreno, pero a baja velocidad.

En un primer momento las investigaciones de la Guardia Civil se centraron en Ramón 'El manitas'. Estuvo detenido seis días, se registró su casa de arriba a abajo y, finalmente, tuvo que ser puesto en libertad con cargos. Después, la Guardia Civil descartó esa hipótesis y todas las sospechas fueron hacia Óscar, que sigue siendo el principal sospechoso de los hechos a ojos del Instituto Armado. Así y todo, no hay ninguna prueba directa que lo incrimine.

El caso continúa abierto en un juzgado de Valladolid. Junto con Ramón y Óscar, teóricamente la última persona que vio viva a la vecina de Traspinedo; también se encuentra Lucio Carlos G.D., uno de los mejores amigos de la chica, camarero de profesión y apodado 'Carolo'. Los tres continúan incluidos como investigados, pero las pesquisas policiales continúan sin esclarecer qué pasó con Esther y, sobre todo, quien acabó con su vida.