Detienen a un tendero con 600 litros de alcohol de garrafón y kilos de comida caducada e intenta sobornar a la Guardia Civil: «Le doy 2.000 euros»

El acusado, cuyas iniciales son E.C.S, va a ser condenado por varios delitos contra los consumidores y cohecho y a un total de dos años de prisión, cinco meses de inhabilitación para empleo y cargo público y otros 18 meses de inhabilitación para ejercer la profesión, oficio, disponer de industria o comercio después de que la Guardia Civil encontrara en 2018 durante una inspección que tenía 600 litros de alcohol en garrafas sin etiquetar y sin los correspondientes precintos para vender (algo que hacía). Además, también descubrieron productos caducados desde 2010 en ese mismo almacén, además de otros en la tienda que estaban pasados de fecha desde 2014 y 2015.

La cantidad de productos alimenticios sin registrar o caducados encontrados en el almacén ascendió a los 600 litros de alcohol (en la tienda tenía garrafas de 15, 10, 5 y 1,5 litros para vender), 120 kilos de productos cárnicos y 175 latas de conservas caducadas.

Además de la gravedad de estos hechos en sí, ha sido la reacción del detenido la que le ha costado la acusación del delito de cohecho y así a mayor parte de la pena de prisión, 18 de los 24 meses totales. La conversación, según los dos Guardia Civiles que realizaron la operación, no tiene desperdicio.

Según consta en la declaración de los mismos, E.C.S intentó librarse ofreciendo dinero a uno de los guardias a cambio de que hiciera la vista gorda. «Es una suerte que su compañero se haya quedado arriba. Mire, yo le doy a usted 2.000 euros y a cambio evita denunciarme. Si no le queda más remedio que hacerlo, ponga menos cantidades para que las multas no sean tan grandes», le suplicó.

Incluso llegó a plantearle el método para darle esa cantidad de dinero, que el agente rechazó de inmediato. «Un día le invito a cenar donde me diga y le doy el dinero. Anote mi teléfono para que quedemos», intentó negociar.

Los vecinos de la zona no se han visto sorprendidos por lo sucedido, ya que el comerciante era conocido en la comarca por vender productos sin haber pasado los pertinentes controles y tasas públicas.