El robot que devuelve la movilidad de las manos en pacientes con secuelas del Covid

Se trata de un exoesqueleto pionero a nivel mundial que, además, ha demostrado que no solo se consigue mejorar la movilidad de la mano, sino también ayuda a recuperar su calidad de vida y mejorar su salud mental.

La tecnología y la innovación se alían de nuevo en este dispositivo denominado Robhand, un robot de «bajo coste» que tras varias sesiones de rehabilitación consigue ampliar el rango de apertura y cierre de las manos en pacientes en los que el Covid dejó huella.

A través de terapias pasivas y activas -la mano sana se mueve, un dispositivo de electrónica de control recoge el movimiento y la afectada lo repite mediante el exoesqueleto-, trece pacientes -ocho hombres y cinco mujeres- con una edad media de 60 años que habían superado el coronavirus cuatro meses antes han participado desde enero de 2021 y marzo de 2023 en el ensayo clínico del aparato.

En total, todos pasaron por 24 sesiones de 45 minutos cada una, ha explicado el terapeuta del Hospital Benito Menni que acompañó a los pacientes y el resultado ha sido «muy esperanzador», han considerado los integrantes del proyecto presentado este martes en Valladolid. Y es que el cien por cien de los que han probado el exoesqueleto han registrado mejoría.

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Las personas que han participado en la investigación pertenecían a la unidad de rehabilitación para secuelas del Covid, del centro vallisoletano, la primera creada en España y que recibió el galardón 'Mejor Iniciativa en Hospital Privado de España 2020' en la décima edición de los Premios ABC Salud, tal y como ha recordado el director del hospital, Ángel González.

La electrónica de control se ha diseñado en la Universidad de Valladolid, comandado por el profesor Juan Carlos Fraile, y se ha elaborado a través de impresión 3D y de unos anillos adaptados a las manos de los pacientes, respecto a un modelo que ya se había creado previamente.

Así se ha conseguido generar un producto de «bajo coste», ha detallado Fraile, «bastante inferior» a los que existen actualmente en el mercado. «Entre 25.000 y 35.000 euros» sería el precio inicial que se verá seguramente incrementado por los costes que supondrán los controles que tiene que pasar el dispositivo antes de salir al público, ha subrayado el responsable de I+D de la empresa TicCyL Digital de Salamanca, Luis González.

Para eso aún tendrán que pasar «entre tres y cinco años», ha indicado, lo que no será un obstáculo para que el robot se pueda seguir probando en hospitales para la rehabilitación de secuelas, por ejemplo, de ictus.

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Otro de los objetivos de este proyecto es que el paciente se viera involucrado en la terapia, que participase de forma activa «y no se aburra». En ese punto, ha entrado la compañía salmantina a través de una visión artificial y un juego que simula exprimir naranjas en el que los afectados van consiguiendo puntos.

Por último, el rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo, ha indicado que la investigación «siempre es motivo de satisfacción», pero esta es «doble», cuando el resultado se puede trasladar a la sociedad y mejora la calidad de vida de las personas.