El choque entre Puente y Carnero deja a Valladolid sin soterrar ni integrar vías

Y en esas estábamos, con pasos inferiores ya construidos pero con muchos enfrentamientos sobre los tiempos y el cómo seguir con los proyectos, algunos ya redactados, cuando todo ha saltado definitivamente por los aires. Así que ayer, durante la celebración del Consejo de Administración de la Sociedad en la que, además del Ministerio y el Ayuntamiento está representada la Junta, el ministro decidió plantarse definitivamente.

«Ni soterramiento, ni integración; hasta aquí hemos llegado; se acabó lo que se daba». Fueron sus explícitas palabras después de una última reunión en la que no fue posible llegar a ningún acuerdo. Entre ellos, la construcción de tres pasos inferiores sobre la vía, los llamados de Ariza, en la zona sur de la ciudad (dos para peatones y uno para vehículos) cuyos proyectos ya están redactados, por lo que la licitación tenía que ser acordada este lunes o, al menos, eso pretendía el Ministerio. Ayuntamiento y Junta, en cambio, votaron en contra bajo el argumento, según el alcalde, de que estas obras coincidirían con las de la nueva estación del ferrocarril ya en marcha. Ante este primer 'no' municipal, la siguiente negativa fue del Ministerio al convenio para realizar el paso de la Unión-Pelícano, en el barrio de los Pajarillos. Puente justificó su postura en que si no se ejecutan los de Ariza, cuyos proyectos han costado un millón de euros y que supondría una inversión de 20 para la ciudad -hay cien millones para la integración- «no tiene ningún sentido mantener viva la Sociedad para exclusivamente hacer un paso peatonal en una zona». En cualquier caso, explicó que el Ministerio estaría dispuesto a asumir íntegramente dicha actuación, si bien ante esa posibilidad Carnero, posteriormente, se mantuvo firme en que se debe hacer en el marco de la sociedad.

Así que el segundo punto del orden del día también decayó por falta de la mayoría cualificada que se requiere (el 75%), de forma que se pasó al tercero, que no era otro que la convocatoria de la Junta General de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad para proceder a su disolución y liquidación. Tampoco en este caso hubo acuerdo porque el alcalde mantuvo que no hay razones para ello, mientras que el ministro insistió en lo contrario, dado que «no se cumple el convenio de integración», así que anunció que será el Juzgado de lo Mercantil el que decida. «Hay quien quiere seguir bailando la danza del soterramiento. Perfecto, pero agarrado a nosotros no lo va a hacer. Seguirá bailándola sólo, con los de la Mesa del Soterramiento o con quien quiera; con la Sociedad Valladolid Alta Velocidad y con el Ministerio de Transporte y Movilidad Sostenible el baile no sigue», sentenció Óscar Puente, quien insistió en que «no habrá integración ni habrá soterramiento. Y ya les digo yo que soterramiento no lo habrá en ningún caso. Nunca. Por mucho que haya quien quiera seguir el cuento».

Carnero, por su parte, contestó al respecto que «nosotros hemos mantenido siempre, incluso hoy, nuestra voluntad de diálogo. Igual que se transitó del convenio del soterramiento a la integración en 2017, queremos transitar de la integración al soterramiento y no nos vamos a salir de la sociedad porque tiene acciones que acometer». «Hemos visto que la integración no sirve», dijo de los pasos inferiores ya ejecutados y que criticó, por lo que «seguiré defendiendo lo que es mejor para nuestra ciudad, que es el soterramiento». El regidor vallisoletano animó a Puente a «acudir al tribunal para defender sus derechos», y le lanzó una advertencia: «Al alcalde de Valladolid no se le imponen las actuaciones a acometer por muy importantes que sean y si se va a acometer una obra como la estación, de una envergadura infame desde el punto de vista de la movilidad y el tráfico, no voy consentir que nadie me marque los tiempos de las actuaciones y de las obras».

Jesús Julio Carnero también rechazó las acusaciones de impago de la cantidad pendiente de once millones por parte del Ayuntamiento ya que, recordó, se solicitó su abono a plazos y dado que no se obtuvo respuesta, «entendemos que opera el silencio positivo». Concluyó su declaración ante los medios -que tuvo que hacer en la Cúpula del Milenio, ya que el propio delegado del Gobierno, Nicanor Sen, no permitió que se hiciese en el interior de la Delegación, donde se celebró el encuentro y habló Puente-, augurando que «se avecina una muy gorda», al entender que «Valladolid va a convertirse en nudo ferroviario fundamental y esencial del noroeste». «¿Qué quieren, que sigan pasando las vías del tren por encima de nuestras vidas? Yo eso no lo voy a permitir», advirtió.

El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, participó en la reunión del Consejo de Administración, ya que la Junta tiene un 25 por ciento de participación, igual que el Ayuntamiento, mientras que el otro 50 se lo reparten los distintos organismos del Ministerio. También mostró su rechazo a la disolución al considerar que «no hay motivos».

Además, acusó a Puente de ir al encuentro con esa idea y rechazó las acusaciones del ministro de invertir cinco millones de euros en la reparación de la estación de autobuses y no construir la nueva, como estaba comprometido. Quiñones defendió esa actuación en que «la estación actual tiene unas condiciones totalmente inadecuadas y hemos hecho una obra para que hasta que haya una nueva puedan tener un acceso digno».