Los Presupuestos de Castilla y León pasan otro trámite con la oposición volcada en el ataque a Vox

Y eso que el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, se ha afanado de nuevo en defenderlo y brindar su mano al entendimiento: «Nosotros estamos a favor del diálogo y el acuerdo». «Pero como Gobierno, nunca renunciaremos al interés general para obtener apoyos parlamentarios», ha apostillado sobre un «buen proyecto» en un «contexto de deterioro de las expectativas de crecimiento». Aviso implícito a navegantes: nada de concesiones provinciales y crítica de fondo a las maniobras en este sentido del Gobierno central.

Pero para nada ha convencido al resto con sus argumentos sobre un Presupuesto récord de 13.809 millones que «trata de ayudar a las personas y las familias en un momento de crisis», así como «favorecer el crecimiento económico y la creación» y mirar al «futuro».

Visión totalmente opuesta desde las bancadas de enfrente. Especialmente dura, la socialista Rosa Rubio, quien ha insistido en su «no» a «los primeros presupuestos de la derecha y la ultraderecha», a los que ha calificado como los «más extremistas, fanáticos y antieuropeístas», y en los que «Mañueco se pliega y vende esta tierra» a Vox, que convierte a Castilla y León en el «piso piloto de Abascal, su caballo de Troya», ha repetido.

El ataque directo al presidente de la Junta y la carga contra Vox, el hilo conductor de su dura intervención, en la que a la vez ha hecho especial esfuerzo en defender a Pedro Sánchez. «Los presupuestos se resumen en lo que es su Gobierno, una farsa con tinte ideológico rancio. Frente a su Castilla y León en blanco y negro, los socialistas apostamos por otro modelo de Comunidad», ha concluido Rubio, que apenas ha dedicado un minuto a su propuesta y ha centrado su intervención en el ataque y en que, con los ecos aún resonando de la manifestación sanitaria en Madrid, aquí ellos también saldrán «a la calle».

«Al señor Sánchez lo único que tenemos que agradecer es no robarnos», ha replicado el popular Raúl de la Hoz, quien ha afeado que los socialistas lleven «35 años» con su discurso «catastrofista y cínico» sobre la Comunidad. «Lamento que sigan excluyéndose del presente y del futuro de Castilla y León» con una intervención «más propia del Club de la Comedia que del Paramento», espetó. «Falsos, interesados y contradictorios», ha considerado Carlos Menéndez (Vox) los argumentos del Grupo Socialista.

Ni un margen al apoyo tampoco desde el resto de partidos, que ya anuncian cientos de enmiendas parciales. «No son buenos para los sorianos» ni para el resto de castellano y leoneses, ha recriminado Ángel Ceña (Soria ¡Ya!), quien ha censurado especialmente que están «ausentes» en la lucha contra la despoblación. «Perfectamente mejorables» y que inciden en el «centralismo voraz», ha argumentado Luis Mariano Santos (UPL). Como una «ocasión perdida» los ha definido Pablo Fernández (Unidas Podemos) entre su chorreo de descalificativos. Y cargada de reproches por la ruptura del anterior Gobierno del que era su vicepresidente, la argumentación de Francisco Igea (Cs).

Con siete abstenciones, 28 votos a favor y 43 en contra tampoco ha prosperado la enmienda al Proyecto legislativo de Medidas de Acompañamiento, en la que se incluirá la rebaja fiscal anunciada a las familias numerosas, que se presentará esta viernes.