Entre el 'orgullo' y el «electoralismo»
La celebración del Día LGTBI envuelve el último pleno de las Cortes con el foco puesto en las generales del 23J, en las que todos presumieron de verse ganadores
La alcaldesa de Burgos, increpada en la manifestación por el Día del Orgullo LGTBI
Manifestación del Día del Orgullo LGTBI en Valladolid
La celebración ayer del Día del Orgullo LGTBI envolvió en buena medida el último pleno de las Cortes autonómicas antes del paréntesis vacacional, aunque aún hubo espacio para las elecciones generales del próximo 23 de julio. El resultado fue una sesión tensa, con bastante ... insulto y descalificaciones en las que el respeto a los derechos del colectivo LGTBI y la forma de expresarlo -a través de las banderas- se mezclaron con el 'no debate' sobre política general que intentó hacer el PSOE y las advertencias de PP y Vox de derogar todo lo derogable del Gobierno de Pedro Sánchez, porque ambos se ven en la Moncloa o, justo lo contrario, el mantenimiento de «todo lo logrado para continuar avanzando» que quieren los socialistas, que también se ven ganadores el 23J.
La mañana discurrió con la mirada puesta en la fachada del edificio de las Cortes. Desde las ventanas de los despachos del Grupo Socialista, dos banderas LGTBI colgaban desde la tarde anterior. De nada sirvió el requerimiento del presidente de las Cortes, Carlos Pollán (Vox) al portavoz del Grupo Socialista, Luis Tudanca, de retirar la enseña bajo la amenaza de hacerlo mediante los servicios de Seguridad de la cámara. Dado que ayer la insignia seguía en el mismo lugar, Pollán envió un segundo requerimiento en el que amenazaba con emprender acciones judiciales contra Tudanca. «Son una extrema derecha fanfarrona pero no excesivamente valiente», fue la respuesta del dirigente socialista, que advirtió que «no vamos a retroceder» porque «la bandera va a ondear mientras haya un solo socialista en las Cortes».
El PSOE se remite, para ello, a varias sentencias judiciales que avalan que las enseñas que defienden valores constitucionales son legales. Pollán, por su parte, invoca una sentencia del Tribunal Supremo que declara incompatible la utilización de banderas no oficiales en el exterior de los edificios públicos.
«No nos van a callar»
En esas estaban sus señorías cuando arrancó un pleno bajo el mismo ambiente arcoiris. La defensa de una moción en materia de servicios sociales sirvió a la procuradora socialista, Nuria Rubio, para comenzar dejando claro que «no nos van a callar» y para reivindicar la «igualdad real» para todas las personas del colectivo LGTBI que «aman y siente en libertad» y para protegerlas «de los delitos de odio». «No van a conseguir dar ni un solo paso atrás», advirtió ante lo que calificó como «retrocesos» derivados de los pactos de PP y Vox.
El ejemplo, según dijo, es que este año no se han colocado banderas LGTBI en edificios públicos, como antes sí se hacía, por ejemplo, en los ayuntamientos de Burgos y Valladolid. La parlamentaria socialista denunció que tampoco se haga en las Cortes, lo que contrapuso con el hecho de que en la misma sede legislativa hay partidos que «empapelan los pasillos de las zonas comunes con carteles de sus líderes, como hacían los adolescentes con la Superpop», en alusión a Vox. n su turno, el procurador de Unidas Podemos, Pablo Fernández, deseó un «feliz Día del Orgullo a todas, todos y todes», lo que provocó las risas de algunos procuradores a los que calificó de «analfabetos ignorantes» y «gente mezquina que se mofa de la diversidad».
La bancada socialista lució camiseta del Día del Orgullo LGTBI
Con este tono, no precisamente amable, llegó después el debate de los dos proposiciones no de ley del PSOE que pretendían ser la segunda parte del 'mini debate' sobre el estado de la Comunidad. Si el martes tocó el análisis, ayer fue la presentación de 94 medidas por parte del Grupo Socialista, distribuidas en dos PNL diferentes pero que, por decisión de la Mesa de las Cortes (mayoría PP-Vox) se debatieron de forma conjunta, lo que se tradujo en otro enfado. En este punto, en el que la crispación también se hizo presente, fue el ambiente electoral el que se impuso.
Los minoritarios empezaron con fuerza: «Son un circo», dijo Pablo Fernández, de Unidas Podemos en referencia a PP y Vox , o «es la degradación de la democracia», sentenció Francisco Igea, de CS. El parlamentario de UPL Luis Mariano Santos, trato de poner paz, aunque sin demasiado éxito: «Hoy deberíamos sentarnos y pensar un poquitín qué hacemos aquí». No lo consiguió.Ya la procuradora del PSOE, Rosa Rubio, empezó con la defensa de sus iniciativas -que fueron rechazadas por la mayoría de los socios de gobierno- refiriéndose a Alfonso Fernández Mañueco como un presidente «cobarde, opaco y sin empatía» por no haber querido «rendir cuentas de sus nefastas políticas» y esconderse «detrás de las fechas». El debate subió de tono -y obligó al presidente de las Cortes a emplearse a fondo para que sus señorías respetasen a los oradores- con la intervención de los representantes de Vox y del PP.
Por el primero, David Hierro destacó que en su partido «los actos electorales los llevamos a la calle», mientras el popular Raúl de la Hoz desacreditó las 94 medidas porque ya se habían presentado en otros plenos y añadió que el único objetivo de los socialistas era «salvar al soldado Sánchez» y el de los grupos minoritarios «tener su minuto de gloria con sus insultos».Los dos coincidieron en defender con absoluta vehemencia las medidas de un futuro Ejecutivo de España en el que PP y Vox se ven tras ganar las elecciones generales. «Si Feijóo llega al Gobierno, va a derogar la mentira, el engaño y la soberbia. Normas como la Ley Trans, la de Memoria Histórica y la de Vivienda», señaló de la Hoz. Y también Hierro: «Si los españoles confían en Abascal, derogará todas las leyes ideológicas del Ejecutivo socialcomunista. Todo. No va a quedar ni una». Como no podía ser de otra forma, contestó, para cerrar el debate, Rosa Rubio quien también tiene la confianza de que triunfarán los suyos el 23J y, por lo tanto, «no van a derogar nada porque va a ganar el PSOE, el progreso y la dignidad».
Unanimidad y despedidas
Pese al ambiente, no precisamente sereno, el pleno aprobó dos puntos por unanimidad. El primero, que contó con todos los votos a favor, fue una iniciativa para instar a la Junta a elaborar una norma que agilice y simplifique el reconocimiento o renovación de la condición de familia numerosa. El segundo fue la ratificación del convenio entre la Comunidad de Madrid y la de Castilla y León en materia de asistencia sanitaria.
También fue una jornada de despedidas para aquellos procuradores que concurren a las elecciones generales. Fue el caso del viceportavoz del PP, Ángel Ibáñez, número uno al Congreso por Burgos y que dijo adiós a una etapa de quince años como parlamentario en la que llegó a ser presidente de las Cortes. También el portavoz de Soria ¡Ya!, Ángel Ceña, se despidió, ya que es cabeza de lista a la Cámara Baja, como también lo es por su provincia el procurador de Por Ávila, Pedro Pascual.
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