La Junta destinará 300 millones en el próximo lustro para apoyar la descarbonización de las empresas de Castilla y León

El consejero de Medio Ambiente afirma que «la sostenibilidad no es una opción» porque sin ella «no hay futuro» y recuerda a las empresas que sin «una adecuada política de reducción de emisiones, no van a sobrevivir»

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El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, inaugura la jornada ''La descarbonización en sectores estratégicos de Castilla y León'', organizada por las asociaciones AEICE, FACYL, Vitartis y A3 ICAL

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La Junta de Castilla y León destinará 300 millones de euros en el próximo lustro para apoyar la descarbonización de las empresas públicas y privadas de la Comunidad, dentro de una inversión general, entre la esfera pública y la privada, que calcula en torno ... a los 1.000 millones de euros en el conjunto de la Comunidad.

Así lo ha asegurado el consejero de Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante su participación en la jornada 'La descarbonización en sectores estratégicos de Castilla y León', organizada en la sede del Consejo Económico y Social (CES) de la Comunidad por parte de los clúster AEICE, FaCyL y Vitartis como representantes de «tres grandes pilares de la economía y el futuro de Castilla y León»: el hábitat, la movilidad y la automoción, y la agroalimentación.

Y es que, como ha apuntado Suárez-Quiñones en declaraciones recogidas por Ical, «la sostenibilidad no es una alternativa entre varias, no es una opción», sino que aparece como una obligación para toda la sociedad, incluidas sus empresas, dado que «al margen de la sostenibilidad, no hay futuro para la competitividad empresarial y para la subsistencia de las empresas».

«No hay futuro porque el mercado camina en ese sentido», ha continuado explicando el consejero de Medio Ambiente, recordando que «las demandas de los consumidores exigen productos verdes» y las leyes europeas exigen no solo la descarbonización total de los procesos de producción en 2050, sino reducir las emisiones de gases de efecto invernadero «un 55 por ciento respecto a 1990».

Por ello, «se introduce la necesidad de acelerar el paso, tanto para lo público como para lo privado», tanto porque la fiscalidad «va a ir para castigar a las empresas que no se descarbonicen» como porque el propio mercado «va a penalizar a las empresas que no tengan energías verdes», por lo que las compañías que «crean que sin una adecuada política de eficiencia energética y reducción de emisiones van a sobrevivir, están equivocadas: no van a sobrevivir».

En representación de los tres clúster y la asociación de empresas de eficiencia energética participantes en la jornada, el presidente de AEICE, Ricardo Fortuoso, ha destacado la unión de «sectores estratégicos» para Castilla y León como el hábitat, la movilidad y la automoción, y la agroalimentación para «abordar un tema tan trascendente y complejo» como la descarbonización, que «no es solo cumplir una serie de normativas o una responsabilidad ambiental», sino que supone «transitar y transformar nuestras empresas para que puedan mantener o incluso liderar la competitividad y ser atractivas a la atracción de inversión y talento».

En el acto de inicio de la jornada, junto a Suárez-Quiñones, Cabero y Fortuoso, también participaron el presidente del clúster de la automoción FaCyL, Félix Cano; el presidente de la Asociación de la Industria Alimentaria de Castilla y León Vitartis, Pedro Ruiz; y el presidente de la Asociación de Empresas de Eficiencia Energética A3E, Ginés Ángel García.

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