BUENOS DÍAS, VIETNAM
Promesas que nadie cumplirá
No puede salir uno de casa sin que le caiga un compromiso electoral
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Iniciar sesiónNo ha empezado la campaña y ya han prometido por encima de sus posibilidades. Y por encima de las de sus hijos y sus nietos también. Porque la política algunos la practican como otros juegan al póker, mirando de frente al oponente y envidando aunque ... no lleven nada. Lo importante es la cara… y el titular. Pedro Sánchez ha llevado la política española a una nueva dimensión: No juega contra la oposición, él se echa órdagos a sí mismo. Si promete doscientas mil viviendas un día, al siguiente las ve y las sube a trescientas mil. En la última semana hay más viviendas prometidas por el Gobierno que habitantes en España. El nuestro es el país más rico en promesas del mundo. Lo más probable es que si coge el coche atropelle una promesa deslumbrada sin querer. Y una pareja de propuestas electorales, que nunca irán a ningún lado, haya hecho nido en su tejado. No puede salir uno de casa sin que le caiga un compromiso electoral. Después de las urnas del 28 de mayo habrá más propuestas huérfanas que en una obra de Dickens.
A las mujeres ya no les echan piropos, ni siquiera a la morena de Julio Romero de Torres, les lanzan promesas electorales. Como Mónica García, que le ha prometido a todas las mujeres de Madrid regular Tinder para que no se sientan presionadas a tener sexo. Como si en Tinder lo que esperase encontrar una mujer fuese una invitación para practicar el 'curling'. La única que debía de pensarlo todavía es sor Mónica, madre superiora de Más Madrid. Lo próximo será comprometerse a que el sol gire más despacio porque los días con veinticuatro horas no dan de sí y claro, oprimen a las mujeres. ¡Qué menos que tengan treinta y seis!
Cuánto ha pasado desde que Adolfo Suárez dijo aquello de «puedo prometer y prometo». Aquella era otra España, más alegre porque la palabra dada todavía tenía valor. Ahora lo de menos es que puedan cumplir o no, prometen porque todos se sienten honrados y a ver quién es el fascista que se atreve a decirles que no.
En España prometen luchar contra la sequía mientras derriban las presas. Y se conjuran contra la pobreza obligando a las familias a comprar un coche nuevo para poder entrar en Madrid porque sí. En España hay más promesas que nacimientos. Esto ya no es pan para hoy y hambre para mañana, porque ya sólo prometen el pan, ni siquiera lo hornean ya que para eso habría que madrugar.
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