BUENOS DÍAS, VIETNAM
Las amistades peligrosas
Pedro Sánchez llegó a liderar el PSOE con el cuchillo entre los dientes y se va con el cuchillo desafilado de tanto repartir tajada
El presidente del Gobierno y del PSOE, Pedro Sánchez
Lo que queda del PSOE son unas siglas, un busto y la página de Wikipedia, la Moncloa es otra cosa. La Moncloa es un búnker en el que andan Pedro Sánchez y Begoña decidiendo si cicuta, cianuro o quemar Madrid. Porque el partido es una ... cosa y el presidente es ya sólo presidente de los españoles, moralmente en su partido ya no manda nada. Ya no son únicamente Felipe y Guerra los que dicen que Pedro Sánchez no es el PSOE, cada vez son más las voces críticas que explican que esto del sanchismo -como teoría planetaria en la que todo giraba alrededor de Pedro, incluso el sol- se termina. Se acabó el populismo de Pablo Iglesias y se acaba el populismo de Pedro Sánchez. Se acaba la España de la rabia contra la España de la idea. La España de los sentimientos manipulados contra la España de las cifras por delante. La España del cine a dos euros contra la España que trabaja. La España que ocupa contra la España con hipoteca. Aquella que rodeaba el Congreso como una manifestación contra su propia democracia.
Se acaba el 23 de julio gane o pierda Sánchez las elecciones porque no se pueden dejar tantos cadáveres por el camino y pretender salir indemne; incluso aunque ganase por la mínima en las urnas. El PSOE, que tiene un sexto sentido, sabe que Pedro está muerto antes de llegar al final de la película. Moncloa es una sucesión de cacofonías, un monumento a la nada. Por allí pasan de vez en cuando Marisú Montero y Félix Bolaños a poner flores nuevas en viejos odios como nostálgicos de lo que pudo ser el sanchismo ahora que saben que se acaba.
Pedro Sánchez llegó a liderar el PSOE con el cuchillo entre los dientes y se va con el cuchillo desafilado de tanto repartir tajada. Ha hecho tantos enemigos que ahora, hasta los que mató, resucitan para darle con la realidad en la cara. Y la realidad no es otra más que ha usado las listas del 23 de julio al Congreso y al Senado para colocar a aquellos a los que su imagen ha dejado sin gobernar donde ya gobernaban. Pedro nunca supo hacer amigos y menos aún entendió que se puede llegar solo a Moncloa, pero para mantenerse allí conviene tener muchos… cuantos más mejor. Y a ser posible alguien que te diga la verdad más allá de José Félix Tezanos o tu abuela.
Y la oposición, si fuese inteligente, sabría que lo único que tiene que hacer es no distraer, no hacer ruido. Callarse y sentarse en primera fila a contemplar como se olvida de Pedro Sánchez toda España.