García-Gallardo pide que las puertas de Antonio López abran la Catedral de Burgos

La Unesco había advertido de que el cambio de las puertas no cuenta con su preceptivo visto bueno, por lo que de seguir adelante esta iniciativa podría dar al traste con la declaración del primer templo burgalés. De hecho, el arzobispo, Mario Iceta, ya apuntó que las puertas se elaborarían pero que se buscaría una ubicación alternativa para ellas hasta contar con la autorización de Unesco porque «los tiempos de la Iglesia son distintos, son la eternidad».

Tras lamentar la polémica suscitada por las nuevas puertas, incluso con la recogida de casi 80.000 firmas recogidas en contra, monseñor Iceta aseguró también que el Arzobispado de Burgos trabajaría para convencer a Unesco de lo acertado del cambio.

Ahora, la Consejería de Cultura trabaja también en la mejora del proyecto inicialmente presentado a la Unesco aunque su titular, Gonzalo Santonja, reconoce que «no va a ser un proceso corto», pero tiene confianza en obtener buenos resultados.

El vicepresidente insistió en que la Catedral de Burgos es un Patrimonio de la Humanidad «que debemos potenciar» y «un templo de Dios que tenemos que proteger», por lo que desde la Junta «hemos asumido el reto de potenciar la visibilidad» a la seo, «de darle la importancia que tiene». De hecho, tildó de «polémica injustificada» el debate en torno a la construcción de unas puertas de bronce para la catedral, obra del manchego Antonio López, al que se refirió como «el mejor artista contemporáneo que hay en España».

Para García-Gallardo, las nuevas puertas «son dignas de admiración» y su colocación en el lugar de las actuales de madera es «un enorme reto». «Vamos a hacer todo lo que sea posible, con todas las garantías y siguiendo todo el cauce legal, para que esas puertas puedan ser instaladas en la Catedral de Burgos. Ese ha sido mi deseo y así se lo he trasladado al consejero Gonzalo Santonja», dijo el vicepresidente de la Junta».

Durante unas jornadas organizadas por El Diario de Burgos, estimó que esta actuación «nos va a situar a la vanguardia cultural y va a permitir que, como fue con la escalera dorada en su momento, esta generación pueda imprimir su sello a un templo que está vivo y que debe seguir siendo referente a nivel internacional, a nivel estilístico, a nivel de patrimonio cultural».