Los «chillidos» de un perro permiten encontrar siete animales con las orejas y rabos cortados recientemente

El dueño de los canes, localizados en la provincia de Segovia, está siendo investigado por un presunto delito de maltrato animal

Investigado por maltrato animal al tener un caballo «en estado agonizante»

Un agente del Seprona de la Guardia Civil de Segovia, con los animales mutilados ABC

Los propios «chillidos» de un animal fueron los pusieron sobre la pista a los agentes del Seprona. Estaban realizando actuaciones relativas a garantizar el bienestar y protección de los animales domésticos, dentro de la operación Sanus Aures, llevada a cabo durante los meses ... de noviembre y diciembre, cuando encontraron hasta siete perros mutilados recientemente en un municipio de la provincia de Segovia.

Ya el comportamiento «anómalo» de dos personas que manipulaban un perro hizo saltar las alertas a los guardias civiles. Y los «chillidos» del animal las activaron aún más, por lo que decidieron inspeccionar el interior del inmueble. Allí, en una caseta en las que se albergaban «perros de los empleados con fines cinegéticos» había hasta siete canes de corta edad con sangrados «recientes». Les habían seccionado parte de las orejas y rabos.

Tras las gestiones realizadas por el Seprona y con el poyo del informe pericial elaborado por los Servicios Veterinarios oficiales de la Junta de Castilla y León en Segovia, determinaron que las mutilaciones se habían llevado a cabo «sin la correspondiente prescripción facultativa». Además, «no» se habían realizado por personal cualificado para esa intervención, según han dado a conocer desde la Guardia Civil.

El propietario de los cachorros y autor de los hechos está siendo investigado con presunto autor de un delito de maltrato animal, tipificado en el Código Penal, en concordancia con el Convenio Europeo de Estrasburgo sobre protección de animales de compañía, vigente en España desde el 1 de febrero de 2018, y por el que se prohíbe realizar prácticas otectomía y caudectomía (corta de orejas y rabos).

Sólo un facultativo veterinario puede llevar a cabo estas prácticas. Además, la actual ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales establece la prohibición de practicar a los animales todo tipo de mutilación o modificaciones corporales permanentes, sin que pueda servir de justificación un motivo funcional o estético de cualquier tipo, . Además, tal práctica deberá ser acreditada mediante informe de un profesional veterinario colegiado o perteneciente a alguna administración pública, del que quedará constancia en el registro de identificación correspondiente. Exceptúa de esta prohibición a los sistemas de identificación mediante marcaje en la oreja de gatos comunitarios y las precisas por necesidad terapéutica para garantizar su salud o para limitar o anular su capacidad reproductiva.

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