Hasta ahora la temporada de riesgo alto, el nivel máximo de alerta, arrancaba el 1 de julio, salvo que se dictará un anticipo, y se prolongaba hasta el 30 de septiembre. A partir de este año se fijará que comience en junio, un mes en el que el año pasado los fuegos forestales causaron grandes estragos con las primeras llamas que asolaron la Sierra de la Culebra en plena ola de calor. Además, también se espera que se prolongue algunas semanas de octubre.
Así lo ha avanzado este viernes el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que cifra en torno a los 4.500 medios los que estarán activos cuando comience la campaña. A falta de dos meses para que llegue, están desplegados 1.746 efectivos.
Así, se han desplegado las 130 motobombas, que desde abril tendrá un segundo turno, 62 cuadrillas terrestres, todas las helitransportadas y siete equipos de maquinaria pesada. «Nunca Castilla y León había tenido un operativo igual en esta época del año», ha señalado el consejero, que ha remarcado que ese volumen de plantilla incorporada es un cuarenta por ciento mayor que la que había el año pasado por estas fechas en el marco del refuerzo de las brigadas fuera de la campaña estival acordada en el marco del Diálogo Social.
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