Cae una banda con talleres propios dedicados a la falsificación a gran escala: más del 14.000 artículos de 'marca' incautados

Y es que la banda que ha caído tenía sus propios talleres, perfectamente equipados, en los que trabaja en dar apariencia de 'legalidad' a su mercancía. Los agentes intervinieron una prensa-plancha industrial de estampado, dos máquinas de coser industriales, una impresora 3D, varios ordenadores y una impresora plotter.

Listas para poner en los artículos, unas 33.000 etiquetas de cartón y tela, así como rollos textiles con logotipos de marcas para falsificar. Máquinas y etiquetas eran la base para su trabajo. Mediante la estampación de logos falsificados de grandes marcas comerciales, junto a etiquetas falsificadas en camisetas de muy baja calidad, trataban de 'simular' la autenticidad del material.

En los almacenes, cuando entró la Guardia Civil,  más de 14.000 artículos de toda índole ya listos para salir al mercado. Además, los agentes también se incautaron de 12.000 euros en efectivo, talones al portador que ascendían a 4.000 euros, joyas por valor de más de 29.500 euros y un vehículo tasado en 30.000. En total, todo lo intervenido supera los 968.000 euros.

Ocho personas han sido detenidas en Valladolid y otras cinco están siendo investigadas en Vizcaya dentro de la operación Vectigalia. Les atribuyen sendos delitos contra la propiedad industrial y pertenencia a organización criminal. De hecho, los líderes de la organización pertenecen a un «conocido clan» de Valladolid, han señalado desde la Guardia Civil.

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de marzo, cuando los agentes de la Benemérita, dentro de sus funciones en materia de Resguardo Fiscal para prevenir el contrabando y otros tráficos ilícitos, detectaron varios paquetes que contenían productos textiles, perfumes y cremas, todos de marcas reconocidas en el mercado, pero falsificado. En ese momento se detuvo a cinco personas en el País Vasco.

Pero las indagaciones de la Guardia Civil prosiguieron y comprobaron que existía un grupo organizado dedicado a la falsificación de prendas que distribuía, mediante envío, a distintas provincias de España y Portugal.

El punto de origen y «centro de operaciones» lo tenían en Valladolid, donde el «conocido clan» tenía almacenes y talleres en esta provincia, donde se llevaban a cabo las falsificaciones, que distribuían mediante envíos de paquetería postal.