Un aparatoso incendio devora en horas una nave de Molifibra, en Burgos

Con unas instalaciones de 15.000 metros cuadrados en el principal polígono industrial de Villalonquéjar, se trata de una de las principales empresas fabricantes de subproductos de la paja

ABC

BURGOS

Un voraz incendio devoró ayer en horas la nave de Molifibra destinada a la molienda y granulación de paja de cereal, ubicada en la calle López Bravo, una de las vías principales del polígono industrial de Villalonquéjar (Burgos).Según indicaron desde el servicio ... de Emergencias 112 de Castilla y León, este recibió el aviso a las 12.08 horas, momento en el que movilizaron al Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Burgos, así como varias dotaciones de la Policía Local y Nacional.

Horas después, ya por la tarde, los Bomberos del Ayuntamiento de Burgos seguían trabajando en su extinción, que entonces previeron que duraría «varias horas más» debido al tipo de combustible y a la «dificultad» de sacarlo al exterior con seguridad. Así lo informaron a través de su cuenta de Twitter, en el que explicaron que los medios materiales movilizados son cuatro autobombas, una autoescala y cuatro vehículos ligeros.

Sus esfuerzos se centraron en «evitar la propagación» del incendio al resto de instalaciones de la fábrica, donde se alojan la maquinaria, la prensa y los silos de producto terminado. Se desplazaron todos los efectivos de guardia y llamaron a otra salida de refuerzo, que actualmente ya ha efectuado el relevo. «Las labores de extinción y de protección se efectúan maximizando la seguridad y empleamos monitores para poder proyectar el agua a distancia», señalaron los bomberos.

Aún se desconocen las causas del incendio, que por fortuna, no dejó heridos. Molifibra es una empresa dedicada a la molienda y granulación de la paja de cereales de Castilla: trigo y cebada, y al empacado de paja picada y prensada. Esta constituye una aportación de fibra en la producción de piensos compuestos para alimentación animal.

El origen de la empresa se remonta a 1986, cuando su fundador Carlos Martínez García, que desde al año 62 se dedicaba a la deshidratación de alfalfa, percibió la necesidad de fibra de paja existente en el mercado de alimentación animal, y decidió aprovechar el excedente de paja de cereales que tradicionalmente se quemaba en el campo castellano, informa Ical.

Desde entonces se ha convertido en una de las principales empresas fabricantes de subproductos de la paja. Con unas instalaciones de 15.000 metros cuadrados en el principal polígono industrial de Burgos, su producción ha ido creciendo hasta llegar a las 40.000 toneladas anuales, que se distribuyen en el territorio nacional (80 por ciento) y en el extranjero (20 por ciento).

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