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Una antigua mina de carbón en Laciana (León) podría reabrir por el interés de una empresa en obtener grafito

La leonesa 'Cristal Mining Coal' proyecta extraer antracita de la vieja explotación de Sosas

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La cuenca carbonara de Laciana vio el cierre de su última mina en 2018 ICAL

Diego L. González

PONFERRADA

Castilla y León puede volver a tener una mina de carbón, abierta y con actividad, en el valle de Laciana (León). La empresa leonesa 'Cristal Mining Coal' quiere reabrir la vieja mina de Sosas de Laciana, que la histórica MSP cerró hace más de veinte años, para extraer carbón. Con una notable diferencia en relación con el pasado: ahora no serviría para producir energía, sino que se pretende dedicar al aprovechamiento del grafito.

La compañía promotora es la misma que actualmente explota la mina de Tormaleo, en Ibias, en Asturias. Y la elección de la de Sosas de Laciana obedece a que su antracita tiene más contenido en grafito que otras del entorno.

El proyecto se conocía ayer, después de que la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León publicara una resolución en la que abre el proceso de información pública del expediente para ocupar tres montes de utilidad pública, propiedad de las juntas vecinales de Sosas, Robles y Villaseca de Laciana.

Y, de inmediato, el alcalde de Villablino, Mario Rivas (PSOE), confirmaba su conocimiento de un proyecto, del que se felicita por triplicado. Por un lado, por el refuerzo que supone para el sentimiento minero de los lacianiegos. En segundo lugar, porque contribuirá a la creación de empleo. En principio, se estima que podría incorporar a una veintena de mineros. Y finalmente, porque se demostrará que las minas de carbón «siguen teniendo una oportunidad de futuro», concluía.

La cuenca carbonera de Laciana vio el cierre de su última mina en 2018, después de de más de un siglo de actividad minera. En ese momento se cerró la explotación de la 'Escondida', de la empresa Hijos de Baldomero García.

El grafito tiene múltiples usos. El más cotidiano se encuentra en los lápices: es el cilindro negro que permite escribir. Pero va más allá. Se emplea en muchos sectores industriales que se aprovechan de su capacidad como lubricante sólido. Así, el grafito se utiliza para la fabricación de piezas de ingeniería en la automoción, desde rodamientos hasta pistones, juntas, arandelas, escobillas o pastillas de freno; también se emplea como aditivo en baterías alcalinas y como conductor en pilas de combustible; como lubricante; de componente de ladrillos refractarios, y también en las industrias químicas y metalúrgicas.

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