Viaje con los Forman
«Obludárium» _ Teatro de los Hermanos Forman. Dirigido por el checo Petr Forman. Playa de Las Moreras. Valladolid.
El viaje comienza antes de traspasar la carpa; en grupos reducidos, 150 espectadores visitan al herrero forzudo y escuchan al guía antes de apiñarse entre balcones de hierro en una de las dos plantas. En medio de la expectación creada, un presentador, con una estética ... que recuerda a los Monster, anuncia el espectáculo en una mezcla de lenguas. Y se suceden las acciones teatrales, el circo, los títeres, el cabaret, con personajes que son extrañas criaturas, monstruos que a pesar de sus heridas comunican alegría y resultan entrañables. El bestiario Forman deja con la boca abierta y da qué pensar: el bruto se descubre sensible ante la barbuda; la mona se viste y se humaniza; los cabezudos asustados escuchan música. Hay números espectaculares, como los dos de la domadora de caballos; escenas mágicas, como las de las trapecistas voladoras, o cargadas de humor, como la discusión de los bufones o el juego de los «fr_res Jacques»; otras derrochan plasticidad y emoción, como la del acuario con los peces y la sirena herida que gime de dolor.
Todo el espectáculo está bien articulado y discurre con ritmo vibrante, sin tiempos muertos, con derroche de imaginación. La puesta en escena, muy trabajada, se apoya en la música sugerente e inquietante (la orquesta está en la planta superior), en el recurso a múltiples objetos y a los juegos de luces que crean penumbra y en el trabajo de los artistas, expertos en técnicas variadas y muy implicados en la actuación (además se lo pasan en grande).
El éxito de los hermanos Forman no sólo consiste en captar la atención del público durante dos horas, sino en arrastrarlo a sus universos fantásticos; y este milagro, por el que el espectador viaja tan lejos para abrir su mirada a la belleza, se produce en un pequeño espacio, en un lugar apartado de la urbe ruidosa y gris.
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