Récord de estudiantes Erasmus tras un año de ‘parón’ por el Covid
Las universidades públicas de Castilla y León registran un «boom» tanto en las llegadas como en las salidas
Un grupo de estudiantes Erasmus, en Valladolid
El Covid frenó en seco el curso pasado tanto la llegada como la salida de estudiantes Erasmus en Castilla y León. El miedo, la incertidumbre y la falta de una vacuna que aportase seguridad hicieron que muchos estudiantes, aún teniéndolo previsto, dieran marcha atrás en ... sus planes y decidieran permanecer en sus universidades en lugar de salir al exterior con la pandemia amenazando su estancia y con una docencia que en muchos países se realizó tan sólo a distancia. Las ganas de vivir la experiencia se han disparado después de las restricciones para viajar del pasado año y las universidades públicas de Castilla y León registran este año cifras «récord» , también en el número de alumnos internacionales que reciben.
El ‘boom’ de los Erasmus se registra en las cuatro instituciones docentes y responde tanto al nuevo atractivo del programa tras meses sin salir de las fronteras nacionales, como a que muchos de los que el año pasado lo dejaron aparcado ven ahora el momento oportuno para cursar parte de sus estudios fuera. También las universidades se han volcado en reflotar esta experiencia, después de que el año pasado las cifras de entradas y salidas estuvieran en números rojos. Así lo ha hecho la Universidad de Salamanca, históricamente una de las favoritas entre los Erasmus, y el alumnado ha respondido. «Hemos roto todos los récord», asegura su vicerrector de relaciones internacionales, Efrem Yildiz. Por primera vez se ha superado la barrera de las 700 salidas -en concreto, 712-, respecto a las 362 del curso anterior.
En cuanto a las entradas, en la Usal esperan 962 jóvenes procedentes de otros países en sus aulas , mientras que en el año anterior fueron 567. «Se ha desarrollado este curso una política de movimiento interior para animar a los chicos a participar en una experiencia que es única en todos los sentidos y contribuye de forma importante al espíritu europeo», detalla. Y es que es el momento «oportuno» para relanzar esta formación y en la universidad se sienten a la par «aliviados y felices» de haber no sólo recuperado sus números habituales, sino de haberlos incrementado. «Buscamos un equilibrio entre los que entran y los que salen y poco a poco lo estamos consiguiendo», concluye.
Números históricos también en la Universidad de Valladolid, donde en el ciclo académico 2021-2022 saldrán fuera 801 estudiantes, más del doble que el anterior -370- . Lo mismo ocurre con las entradas, se esperan 864 alumnos internacionales, mientras que en el ejercicio anterior fueron 362. Su vicerrectora de Internacionalización, Paloma Castro , asegura que los datos son «bastante más altos» que en 2019 -año previo al comienzo de la pandemia- y son los más elevados de la institución hasta ahora. «Se ve el deseo de la gente joven de ir fuera» , explica y eso produce, además, «satisfacción» en la UVa, que también se ha volcado en campañas informativas para dar un impulso al programa. Respaldo que, finalmente, se ha producido entre los jóvenes y que, por un lado, demuestra que se sigue «confiando en la movilidad» como algo importante para la formación académica y, por otro, que las barreras y restricciones impuestas para hacer frente al Covid comienzan a ceder ante la mejora de la situación.
Más seguros con las vacunas
En León, la universidad verá este curso cómo se duplican las partidas de sus alumnos hacia otros países . Superarán la cifra «récord» de 700 entre diferentes programas de movilidad -casi 500 son del Erasmus-, a los que hay que añadir los 16 jóvenes que tienen acuerdos para viajar a las aulas de Reino Unido. ¿El motivo de este repunte? « Hay más vacunación, los estudiantes se sienten mucho más seguros y tienen muchas ganas de salir» tras meses de incertidumbre, dudas y restricciones, comenta la directora del área de Relaciones Internacionales de la Universidad de León, María Rodríguez. «Tampoco está nada mal», en su opinión, el número de estudiantes que arribarán del exterior. En total, entrarán 218, respecto a los 139 del pasado curso y la ULE se esfuerza año a año por crecer, un trabajo con el que ha conseguido ser un destino «atractivo» al formar parte de una alianza con instituciones docentes de otros países europeos.
La vacunación de todos aquellos que iban a participar en el programa ha sido uno de los retos este año. Muchos de ellos tuvieron que recibir la inyección antes del verano porque en algunos países las clases comienzan en mitad del periodo estival. Además, a todos aquellos que han ido llegando del exterior con tan solo una dosis, la institución docente les ha facilitado la segunda para que contasen con la pauta completa.
En el caso de la Universidad de Burgos, serán 351 los estudiantes que acudan al extranjero durante este curso . Se trata también de la cifra más alta de los últimos años, aunque por muy poco, y 150 más que del ciclo 2020-2021. En cuanto al número de alumnos que llegarán al centro burgalés, serán 112, respecto a los 59 del año pasado y lejos de los 251 de 2019.
«Vamos creciendo», relata su vicerrectora de Internacionalización y Cooperación, Ileana María Greca Dufranc , convencida de que este aspecto es «importante» y un «elemento central» en la formación de los jóvenes. Lo es también en el «mundo laboral» para conocer en profundidad el mercado exterior y los detalles de la vida, costumbres y economía de otros países, opina.
También han notado el repunte en el número de estudiantes Erasmus en la Comunidad las asociaciones que trabajan en ofrecer actividades y hacer su estancia más amena. Desde ESN Valladolid, Rodrigo Alegre, asegura que sí han llegado «bastantes más» que en los años anteriores. «En este primer cuatrimestre, se ha doblado el número respecto al anterior», explica, y, además, se percibe el interés por recuperar el espíritu de este programa. «Se les ve muy animados, con ganas de participar en todo, de hacer cosas y aprovechar después de que el año pasado estuviera prácticamente perdido», señala el representante de la asociación vallisoletana.
La vacuna les ha aportado «seguridad» para vivir la experiencia. «Tienen la sensación de que España es puntera en vacunación y que las medidas de las universidades son estrictas» , pero también serias, señala Alegre, que, por lo que ha visto, los estudiantes Erasmus sí suelen cumplir las normas de seguridad como la mascarilla y la distancia social.
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