Vox, el elefante en la habitación
Abascal compareció bajo la lluvia de Valladolid y Casado se limitó a escribir un tuit
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Iniciar sesiónEn condiciones normales, uno puede saber quién ha ganado unas elecciones viendo en la tele y sin volumen la comparecencia de los candidatos tras la noche electoral. No hace falta escucharles, porque todos suelen decir que ha ido bien, pero el lenguaje no verbal les ... traiciona: ese brillo ausente en la mirada del perdedor, esos pómulos sonrosados del que gana. Y el ceño, auténtico medidor del estado de ánimo del candidato. Nunca olvidaré el del socialista Ciprià Císcar anunciando en 1996 la victoria de Aznar. Era un poema.
En lo relativo al PP, los titulares del 13-F están llenos de adversativas. Sí, ha ganado las elecciones y eso es un objetivo que no consiguió en 2019, pero el resultado es infinitamente peor del buscado hace sólo dos meses cuando convocó las elecciones. Sí, vuelve a ser el partido más votado en Castilla y León y podrá seguir gobernando, pero ahora le toca abordar la relación con Vox, una realidad creciente que desde la calle Génova no están sabiendo gestionar. Le guste o no a la dirección del Partido Popular, Vox es el elefante en la habitación. Esa es la novedad nacional que introducen estas elecciones en Castilla y León, punta de lanza de una realidad que ya toca ir definiendo: la relación entre el PP y Vox.
El partido de Santiago Abascal ha conseguido un magnífico resultado, infinitamente mejor que en 2019, y por eso esta noche todo era jolgorio en sus rostros y por eso el líder nacional del partido ha empezado su discurso poniendo precio al apoyo al PP: la Vicepresidencia de la Junta. Y por eso Abascal ha celebrado el resultado compareciendo bajo la lluvia de Valladolid y por eso Pablo Casado se ha limitado a escribir un tuit a su candidato bajo los truenos de Génova. Es Teodoro García-Egea quien ha dado la cara en una comparecencia llena de significado aun sin volumen.
Los votantes centristas, liberales y conservadores sin afiliación partidista observan que la suma de PP, Vox y Ciudadanos supera el 55 por ciento de los votos en Castilla y León, que el PSOE ha perdido siete escaños y que Unidas Podemos camina hacia la desaparición.
Tal vez sea la hora de que en la calle Génova se defina una estrategia clara para el futuro, porque lo que hoy ha sucedido en Castilla y León tiene múltiples lecturas nacionales. Llueva o truene.
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