JUAN CARLOS ELORZA Director de la Academia de España en Roma: «Los valores de Castilla y León son profundos, ni discutibles ni opinables»

- ¿Qué siente ante este galardón?

- Una gratitud enorme hacia Castilla y León, que es una Comunidad que no me debe nada. Soy yo más bien el que está en deuda con una tierra que me ha permitido cumplir muchos de mis sueños y realizar el trabajo que me gusta, la defensa, promoción y protección del patrimonio. Hoy continúo disfrutando de lo que más me gusta, pero en Roma.

- ¿Cuáles son esos valores históricos y artísticos de Castilla y León que usted ha difundido?

- Los valores de la Comunidad son profundos, aunque siempre hayamos tenido pudor a la hora de ponerlos de manifiesto. Los castellanos y leoneses sienten estos valores como algo tan natural que nunca hemos alardeado de una historia que tan intensamente ha influido en la construcción de Europa y del mundo. Nuestros valores no son discutibles ni opinables.

- Ha estado al frente de museos como el de Burgos o Salamanca, y ha promovido intervenciones como las de la catedral de Burgos y sus capillas. ¿Qué queda por hacer en una Comunidad que acumula una ingente cantidad de monumentos y dispone de un presupuesto limitado?

- Ahora vivo en Italia que es el país con mayor patrimonio de Europa, pero Castilla y León, no podemos olvidarlo, es la Comunidad con más patrimonio de España. Queda mucho por hacer, pero también se ha hecho mucho, se ha hecho un esfuerzo gigantesco. Recuerdo cómo siendo subdirector general de Museos hace ya muchos años conocí un Monasterio de Prado hecho una ruina y a punto de ser derruido.

Estoy convencido de que sin un protagonismo bobalicón, nuestras señas de identidad son nuestro más rico patrimonio. No debemos quedarnos en lo importante que hemos sido en otro tiempo, sino que estamos obligados a conservar la herencia del pasado para mirar al futuro. Y compatibilizarlo con las nuevas tecnologías, por supuesto, y las nuevas tendencias. Pero siempre con la idea de que queda mucho por hacer tanto desde la iniciativa pública como desde la privada.

Ayer mismo (por el domingo) estuve en Burgos, sentado en una cafetería viendo pasar a los peregrinos en su viaje a Santiago de Compostela, una ruta jacobea que tiene en Castilla y León una importancia capital con el camino francés. Creo que estamos en el mejor camino para rehabilitar una parte importante de la historia.

- ¿Cómo ve un conservador la apuesta por la combinación de cultura y turismo tan en boga?

- Es una línea acertada. No soy amante especial de la playa, qué le voy a decir. Al margen de la playa nosotros tenemos la posibilidad de ofrecer un turismo de calidad que es cultural, medioambiental y gastronómico, en lo que Castilla y León es una potencia enorme. Ahora por aquí está muy de moda el jamón ibérico. Me gusta mucho recordar a mis amigos italianos que no sólo hay buen jamón en Andalucía, que también está Guijuelo en Salamanca... Tenemos que dar a conocer la riqueza. Muchas veces siento envidia cuando visito pequeñas poblaciones italianas que conjugan tan bien el turismo cultural con el gastronómico y paisajístico.

Creo que en Castilla y León tenemos que olvidar a Machado, aquellos versos de «Castilla miserable, ayer dominadora, envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora. ¿Espera, duerme o sueña? \».

- Su trabajo en conmemoraciones y exposiciones también se menciona en el fallo del jurado. En el V Centenario de la Muerte de Isabel la Católica - forma parte de su consejo asesor-, ¿qué valor tienen estas conmemoraciones en una Castilla y León cargada de historia?

- Se ha hecho un esfuerzo importantísimo. A mi juicio, las conmemoraciones sirven para que los expertos, los investigadores pongan en su sitio las cosas, sin complejos. Por ejemplo, Isabel la Católica fue una figura imprescindible en la historia del mundo, con momentos bajos que hay que señalar. Pero no es una cuestión para «autoflagelarse», no es una vergüenza. Hay que revisar la historia con espíritu crítico, pero hay que revisarla.