García-Gallardo: dardo y diana

El vicepresidente de la Junta y líder de Vox, centro de la polémica por los ‘mensajes’ que lanza y recibe tanto en el plano político como en el personal

NIETO

Con la divisa de Vox prendida en el pecho, Juan García-Gallardo ha debutado esta semana de lleno en la arena política del Parlamento de Castilla y León. Y lo ha hecho embistiendo cual ‘miura’ y recibiendo a la vez ‘puyazos’ en todo ... lo alto. Mañanas y tardes de gloria para el Diario de Sesiones ha dejado ya la refriega dialéctica en torno a la corta vida política de quien hasta hace menos de medio año era todo un desconocido en estas lides.

Apadrinado y ‘tutelado’ por Santiago Abascal en el arranque de su carrera política, en su debut en solitario ha conseguido un auténtico protagonismo. Juan García-Gallardo, el hasta hace unos meses joven abogado burgalés, aupado por las urnas y el pacto de Gobierno con el PP a ‘segundo’ en el Ejecutivo castellano y leonés, dispara con los dardos de sus declaraciones a la par que es centro de la diana de las críticas de la oposición , que mide en corto cada lance de la cabeza visible en la Comunidad de la formación.

Y más allá de la defensa de los postulados políticos de Vox que García-Gallardo empuña y defiende con firmeza a la vez que sirven de munición de ataque especialmente a partidos como el PSOE y Podemos, esta primera semana de cara a cara en las Cortes ha dejado ya descalificaciones e incluso insultos , con banderillas de carácter personal, repartidos desde ambos frentes.

Que había ganas del ‘tú a tú’ y entrar al trapo se notó ya el lunes , cuando el vicepresidente compareció en las Cortes para exponer el programa de legislatura. Un discurso de «mi modelo» salpicado de principio a fin de la ideología de Vox que armó el cargador de la oposición –lo tachó de «mitin»–, que también llegó con ‘deseos’ compartidos a la tarde de la primera sesión de control en pleno de este mandato.

Las formas

«No me señale. Tengo miedo a que me señale», replicó el socialista Luis Briones en la comparecencia en comisión en la que fue subiendo la temperatura y en la que el presidente, el popular Ramiro Ruiz Medrano, tuvo que llamar al orden en más de una ocasión, pedir guardar silencio, las compostura y el respeto. «Se puede discrepar, y mucho, pero nunca debemos perder las formas», clamó Medrano, a quien al día siguiente y como venda casi antes de que la herida abierta el día anterior volviese a supurar, tomó el relevo el presidente de las Cortes, Carlos Pollán (Vox), abriendo sesión con petición de sosiego.

Pero nada mas lejos de la realidad. A las cinco de la tarde, hora muy taurina, comenzaba el ‘festejo’ cuyos ecos aún resuenan. «No le voy a tratar con ninguna condescendencia y le voy a responder a sus faltas de respeto como si fuera una persona como todas las demás , no como hace su grupo parlamentario». Son las palabras pronunciadas por García-Gallardo y que desataron la tormenta que aún no ha amainado. Fue en su respuesta en la dúplica a la procuradora socialista Noelia Frutos –con discapacidad física y que se mueve en silla de ruedas– sobre cómo consideraba el vicepresidente que había que tratar a las mujeres con discapacidad. «Igual de bien que a los hombres con discapacidad», había señalado previamente Gallardo, a quien la parlamentaria del PSOE ya había criticado. «Mire, lo que ha demostrado reiteradamente es tener una limitación ética y moral aberrante que en una sociedad avanzada no es compatible con el cargo que ocupa. Y le voy a confirmar algo para que baje del caballo y ponga los pies en el suelo. Usted no le llega ni a la suela de los zapatos a las mujeres de esta tierra, y mucho menos a las mujeres con discapacidad de Castilla y León», dijo Frutos.

Más allá de las Cortes

Y cogió fuerza el temporal en una sesión en la que dejó impresas frases de Gallardo como los «verdaderos enemigos de la discapacidad» son la «izquierda hipócrita», a la que «parece que le interesan las personas que han nacido, no así los que no han nacido» e «invitan» a los padres «a triturar en el vientre de la madre». Desde el lado político y también social, con asociaciones que trabajan a favor de las personas con discapacidad lamentando que se les trata de forma «vejatoria y como ciudadanos de segunda».

«El que no es normal es el vicepresidente de Castilla y León», respondió el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Val. Y de «discapacitado mental» ha sido tachado por la presidenta de la asociación Defensor del Paciente en este ‘mano a mano’ que ha sacado a la arena respuestas desde todos los partidos y hasta ha llevado al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, a pedir «disculpas y perdón» a quien haya «podido»sentirse ofendido por su Gobierno. Unas declaraciones sobre las que el dirigente de Vox no se ha exculpado, aunque sí puntualizado: «Yo no dije eso –tratarlo como a una persona normal–. Yo le dije, previa petición suya de que no la tratara con paternalismo, que la iba a contestar como a cualquier persona, sin condescendencia».

El cara a cara de la polémica llegó tras otras tres preguntas del Grupo Socialista, que arrancó con su líder, Luis Tudanca, en clave económica, y que dejó para tres mujeres de su bloque las cuestiones de índole social, con continuas alusiones críticas a Vox y Gallardo. No habían olvidado las palabras del día anterior en la comparecencia, en la que el vicepresidente reivindicó «la figura de las mujeres, portadoras y dadoras de vida». «Comentarios casposos y machistas de apellido compuesto», censuraron las socialistas.

Entre lo político y lo personal se movió más la sesión en la comisión, con Gallardo dando y recibiendo , y en la que hasta el PPle afeó que quizá por «involuntaria confusión» hubiera confundido su papel de líder de Vox y vicepresidente ejerciendo una «doble ambivalencia».

De «Cásper político», «fantasma» o «'youtuber' bastante lamentable» calificó Gallardo al «ciudadano» Francisco Igea (Ciudadano), a quien espetó: «La pena me la dan sus compañeros del hospital de Palencia, que le tienen que aguantar de vez en cuando haciendo colonoscopias». Después de que el procurador de la formación naranja, además de ahondar en que el bufete familiar de Gallardo ha defendido a acusados en casos de presunta corrupción y hasta en decirle que «le hacen las fotos desde abajo», en alusión a que los contrapicados estiran la figura.

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