Enero negro: más de un nuevo contagio de Covid-19 por minuto y 19 muertes cada día

Marta, Antonio, Carlos, Alejandro, Carmen, José, Cristina... nombres detrás de unas cifras y un listado que se cuenta por miles y ya sitúa a enero como el mes con más contagios confirmados en Castilla y León en esta pandemia. Más de 55.000 personas han dado positivo en el mes que acaba de descolgar su última hoja del calendario. Casi tantas como si toda la ciudad de Segovia –donde el virus vuelve a golpear con fuerza– o Ávila capital se hubieran contagiado en estos 31 días. A una media de unos 1.779 casos más que sumar a la estadística cada día, a más de 74 confirmados por hora ha cerrado enero. Más de un positivo nuevo por minuto deja el que ya es el mes que más casos de suma a una estadística global en la que ya se rozan las 193.300 personas que se ha comprobado por diferentes tipos de test que se han contagiado del SARS-CoV-2.

Cierto es que ahora se realizan más pruebas que la pasada primavera, cuando el Covid-19 irrumpió de golpe y la falta de test de detección fue uno de los lastres para el combate cuerpo a cuerpo con el nuevo virus. También lo es que la Junta ha extendido la estrategia del cribado masivos mediante test de antígenos de segunda generación para detectar asintomáticos que también ha contribuido a engrosar la estadística. Pero también que ni siquiera en el azote de la segunda ola, cuando ya había pruebas diagnósticas, se registraron cifras tan elevadas. Los 55.145 casos nuevos anotados en enero suponen casi un tercio del total (28,5 por ciento) y dejan cortos los más de 35.000 que se añadieron tanto en septiembre, como en octubre y en noviembre.

Este domingo, o tros 1.381 casos confirmados más . Condicionados por el efecto «fin de semana» que tira a la baja de los datos del domingo, suponen un millar menos que el sábado pero también rebajan en casi 700 las cifras del domingo anterior . Casi 2.000 menos que el récord de esta pandemia: 3.183 notificados el 23 de enero.

El cambio de año fue también el punto de inflexión en las ondas del Covid-19. De la bajada a volver a subir, y con un rebote con fuerza. Si 2020 cerro con una incidencia siete días de 99 casos por cada 100.000 habitantes, enero acaba con la cifra disparada hasta los 613 , y eso que ha logrado dejar atrás el pico de 729 anotado hace tan sólo unos días. A dos semanas, tercera jornada también de suave descenso, hasta situarse en 1.363.

Un «tsunami» de casos cuya ola en forma de ingresos aún no ha cogido su máxima altura. A más positivos, más hospitalizados, aunque la incidencia en los centros sanitarios llega con al menos siete días de diferencia. La temida ecuación se está cumpliendo. Hasta el viernes, durante los siete días anteriores 818 personas requirieron ingreso en planta –más de cien al día– y 37 fueron derivadas a las unidades de cuidados intensivos en unos complejos sanitarios cuya imagen se parece cada vez más a la de la saturación de la primera ola, cuando el Covid-19 prácticamente monopolizó las patologías atendidas.

Ni siquiera las altas que se suceden cada día –casi 90 por jornada– logran compensar la llegada de nuevos pacientes. Se han dado 2.767 en enero , pero en los hospitales los pacientes con positivo en Covid-19 se han multiplicado por más de cuatro respecto a las cifras con las que arrancó el año. Si a 31 de diciembre había 529 (388 en planta y 141 en las UCI), este domingo sumaban 2.345 en el conjunto de los 14 hospitales públicos de Castilla y León más el edificio Rondilla de Valladolid –habilitado para acoger enfermos Covid-19 de toda la Comunidad y que ya ha duplicado camas–.

En planta había 2.032 (27 más que el día anterior), quintuplicando los ingresados a 1 de enero . Más de siete de cada diez camas disponibles están ocupadas sumando los pacientes Covid y los que tienen otras patologías y quienes están contagiados por este virus ya van camino de ser la mitad de los hospitalizados.

Peor es la situación en las unidades de cuidados intensivos . Comenzaron a recibir el impacto de la tercera ola sin haberse recuperado del golpe de la segunda. Los 141 pacientes críticos con que cerró 2020 ya suponían una carga elevada en intensivos, unas unidades que antes de la pandemia contaban con 176 camas. Ampliadas desde marzo hasta contar con 331 sin necesidad de ocupar otros espacios, los enfermos más graves con coronavirus ya casi se las comen. Enero acaba con 313 (once más que el día anterior) y sumando pacientes con otras dolencias que también requieren vigilancia intensiva eran 418 los críticos, que ocupaban el 78% de las 539 camas habilitadas utilizando otros espacios como quirófanos y unidades de reanimación, lo que ha llevado a aparejado la suspensión de operaciones y la derivación a clínicas privadas.

No poder atender otras patologías es la temida saturación. La que se vivió en marzo y abril y cuyas cifras no están ahora tan lejanas. Prolongada durante más tiempo, la segunda ola que arrancó a mediados de agosto y se estiró hasta diciembre no alcanzó las cotas de hospitalizados que ya ha tocado esta tercera en tan sólo un mes mientras sigue camino de su particular cumbre. Los 1.618 pacientes en planta el 9 de noviembre y los 248 en UCI del 20 de ese mismo mes fueron las cifras más alta de entonces, ya pulverizadas ahora. En el conjunto de centros sanitarios de la Comunidad aún no se superan las cifras de la saturación por Covid-19 que prácticamente monopolizó la asistencia sanitaria en primavera, pero sí hay hospitales que están ahora peor o igual que entonces . En Palencia, con días de más de 20 ingresos, se han superado ya las cifras de primavera. Hasta 189 en planta y 24 en la UCI tiene el complejo palentino, cuando el tope de abril fue 129 en planta y 23 críticos. Es uno de los que más preocupa, al igual que el de El Bierzo y los de Valladolid. En esta provincia, en el Río Hortega sólo quedaba libre un plaza para críticos contando ya las camas extendidas por otras zonas. Tenía 61 pacientes en intensivos, 54 con coronavirus. Hasta 96 camas para los más graves ha habilitado el Clínico vallisoletano y tenía este domingo 75 ocupadas. La situación hospitalaria en esta provincia iguala a la de hace casi un año. Y muy similar también es en León, donde los ingresos también han crecido cual pendiente en vertical.

Burgos, donde la segunda ola azotó con más dureza y fue cuando más pacientes requirieron ingreso es la única que ahora no presenta datos más elevados que en noviembre.

Casos, hospitalizados, críticos... y muertes. El Covid-19 sigue demostrando un año después su letalidad. Sólo en el mes de enero el virus ha estado detrás de 588 fallecimientos en hospitales y las propias residencias de ancianos, en los que ya han perecido desde el pasado mes de marzo 5.226 personas. La última semana de enero ha sido la más dramática, superando la treintena de decesos al día. De media, 2021 ha arrancado con el coronavirus llevándose 19 vidas cada día en Castilla y León .

Es en los hospitales donde más muertes se han registrado, 541 –4.716 en total–. Casi una de cada cuatro (125) víctimas en enero eran de personas procedentes de las residencias , donde el virus impacto con más fuerza en la primera ola. Además, en los geriátricos han perecido 47 mayores, hasta los 1.098 decesos con positivo en Covid-19 confirmado. Sumando los óbitos en los domicilios, la Consejería de Sanidad ya contabiliza más de 9.000 muertes de personas que no lograron superar la enfermedad.