economía
El Comité de Empresa de Garoña cree que la central cerrará el domingo
Asegura que la empresa les ha ordenado que «vayan preparándolo todo» para apagar el reactor
fermin azpeteguia
Garoña echa el cerrojo. La compañía Nuclenor ha comunicado a sus trabajadores que «vayan preparándolo todo» para que la central nuclear de Burgos «deje de funcionar el próximo domingo a las 24.00 horas». La decisión, confirmada a El Correo por el comité de ... empresa de la planta -matizada desde Nuclenor, que insiste en que aún no hay una decisión tomada-, se fundamenta en la nueva Ley de Medidas Fiscales para la Sostenibilidad Energética, que recibirá su visto bueno definitivo esta semana. La legislación contempla el pago de un nuevo impuesto que tendría que abonarse a partir del próximo 1 de enero por extraer del reactor el combustible gastado. En total, 2.190 euros por cada kilo de residuos (uranio y plutonio) generado. El anuncio parece haber revolucionado al sector nuclear de España, que se ha puesto en pie de guerra. Garoña se ha plantado y, de momento, Almaraz también.
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Tras analizar las consecuencias de esta enmienda que considera que hace «absolutamente inviable económicamente a la central», la dirección de Garoña ya ha empezado a planificar una posible parada definitiva del reactor a mediados de este mes, en lugar del mes de julio de 2013 como estaba previsto, para evitar el pago de un millonario impuesto por la producción de residuos nucleares que entrará en vigor en enero si el Congreso no rechaza los cambios introducidos por el Senado en el proyecto de ley que determinará la nueva fiscalidad de las eléctricas.
Parada definitiva
Como el Pleno del Senado o el Pleno del Congreso todavía pueden rechazar estos cambios, desde Nuclenor señalaron que «la decisión no está tomada» . En todo caso, sus directivos han trasmitido esta situación a los miembros del comité de empresa y al resto de trabajadores a través de sus jefes de equipo con el fin de ir planificando las tareas de la parada definitiva del reactor.
El pulso entre las eléctricas y el Gobierno central por los nuevos impuestos al sector va más allá de lo que es el futuro de la más antigua central atómica de España, como parecía trasladarse a la opinión pública en los últimos meses. En las conversaciones al más alto nivel entre el Ministerio de Industria y Energía y las empresas Iberdrola y Endesa, propietarias al 50% de la central de Burgos, no sólo se está hablando de Santa María de Garoña, sino de la rentabilidad del conjunto de la red nuclear . Al fin y al cabo, los dueños de la planta del valle de Tobalina son también los principales accionistas del resto de las instalaciones atómicas del país.
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