Castilla y León quiere medidas más restrictivas para las zonas que en Navidad estén en «peor situación»

Y es que la Navidad está a la vuelta de la esquina y el objetivo es evitar como sea que la tendencia generalizada al descenso en los contagios se vea truncada por cuestiones como las grandes concentraciones de personas que se han producido durante los últimos días. «Si seguimos en aglomeraciones, nos quitamos la mascarilla y no respetamos la distancia de seguridad, probablemente volvamos a la casilla de salida», advirtió Casado, antes de asegurar que una tercera ola sería «poco soportable» tanto para el sistema sanitario como para unos profesionales que están solicitando «ayuda» a los ciudadanos.

En esa misma línea se pronunció el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, que invitó tanto a la población como a las autoridades locales a hacer una «reflexión» sobre la importancia de mantener las medidas de seguridad durante estos días y la necesidad de no participar en aglomeraciones para evitar los contagios. «Todos tenemos ganas de volver a la normalidad, de disfrutar de unos días muy especiales, pero la irresponsabilidad pueden llevarnos a que éstas sean nuestras últimas navidades si no hacemos las cosas de manera sensata», consideró.

Mientras, Castilla y León mantiene su postura de exigir un acuerdo nacional para conseguir «unidad de criterio» en todo el territorio para establecer las condiciones en las que se podrán celebrar las fiestas. La idea es que este mismo miércoles pueda llegarse ya a ese «consenso» tras la reunión del Consejo Interterritorial, al que la Comunidad llevará una propuesta centrada en mantener el cierre perimetral de la región , la limitación de las reuniones familiares y privadas a 6 personas, niños incluidos, y el toque de queda a las 22,00 horas. Además, plantea la celebración de cabalgatas y los eventos deportivos tradicionales sin público y no permitir las comidas o cenas de empresa ni la asistencia a campanadas en plazas.

Pero, también, solicita que para aquellas zonas que estén en «peor situación» puedan aplicarse medidas más restrictivas que las establecidas en el acuerdo general.

Precisamente, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, se mostró convencida de que «las medidas restrictivas funcionan» y esgrimió los últimos datos registrados en la Comunidad para argumentarlo. La incidencia acumulada en los últimos 14 días ha descendido a 590 casos por 100.000 habitantes -144,3 en la última semana- y el índice de reproducción del virus es de 0,68, cuando anteriormente estuvo por encima de uno. En esa «tendencia general al descenso», disminuye poco a poco la incidencia en todas las provincias, aunque la de Burgos «sigue siendo alta» y, concretamente, en tres (Ávila y Segovia, que ya pudieron el pasado semana reabrir su hostelería, y Salamanca) ya está por debajo de los 400.

Pese a que siguen siendo datos «elevados» -la región continúa en riesgo extremo- «lo reconfortante es que todos los sacrificios están sirviendo de algo», subrayó la consejera, que recordó que a principios de noviembre la Comunidad adoptó medidas de restricción adicionales, como el cierre de bares, restaurantes y centros comerciales, a las que establecía el nivel 4 de alerta establecidas por el Ministerio de Sanidad.

Los contagios registrados ayer siguen la tónica a la que se refirió Casado. Los nuevos positivos fueron 296, una cifra que no se registraba desde el pasado mes de agosto, mientras que el número de fallecidos también descendió a 18. Ese alivio en las cifras se percibe también en los hospitales, donde la ocupación cae al 62,7 por ciento y los pacientes Covid son el 16,6 por ciento, respecto al 21,8 registrado hace una semana. Por último, la consejera se mostró favorable a atender las demandas de «voluntariedad» e «incentivos» en la negociación de la reordenación del sistema sanitario en la pandemia.