A pesar del temporal de frío y la baja temperatura a la que se encuentra el agua en pleno invierno, los devotos ucranianos se han sumergido tres veces en el pilón mientras se persignaban, pidiendo a Dios que perdonase sus pecados y rezando por su propia alma y la de sus seres queridos.
El hotel La Cañada de Horche alberga a unos 40 desplazados ucranianos, en su mayoría niños y mujeres, que han huido de su país debido a la guerra contra Rusia. Y, pese a estar a miles de kilómetros de su país, han querido cumplir con la tradición, según ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.
El alcalde de Horche, Juan Manuel del Moral, ha mostrado su solidaridad con la población ucraniana, indicando que «en la situación en la que se encuentran, permitirles y apoyarles en este acto es una manera de que puedan sentirse un poquito más integrados y menos alejados de sus casas y, a pesar de las duras circunstancias, que puedan continuar con sus vidas en nuestra comarca».
Además de la ayuda básica que reciben a través de Accem y Cruz Roja, estos desplazados tienen un soporte importante en colectivos altruistas formados por españoles y ucranianos residentes en España, que se encargan de satisfacer aquellas necesidades ordinarias como acompañarles, por ejemplo, para realizar trámites administrativos comunes o actos como este. El objetivo es facilitar su integración.
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