«Transformación histórica» en el Campo de Calatrava con la tubería de la llanura manchega

Y beneficiará a más de 150.000 vecinos de 15 municipios no sólo de la comarca, sino también de Daimiel y de la Mancomunidad del Gasset, «que van a tener un agua de máxima e inmejorable calidad para beber y para desarrollo urbano». «Lo importante es que cuando llegue una empresa y diga que necesita agua, la va a tener», añadió Page.

Esta «transformación histórica» será posible gracias a la construcción de una tubería de 67 kilómetros, para la cual se van a expropiar más de 850 fincas y cuyas obras se adjudicarán en octubre. Empezarán ya en enero de 2026 y la previsión es que los trabajos se alarguen 30 meses, por lo que, si todo va bien, «esperamos que en agosto de 2028 estemos abriendo esa llave y bebiendo agua del Tajo», comentó Jerónimo Moreno, director técnico de Acuaes, sociedad estatal dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica que se encargará de supervisar el proyecto.

«Es una obra de justicia histórica», cree Page, quien recordó que se han sorteado «muchas dificultades» a lo largo del camino y que «se han hecho barbaridades» como «paralizar todas las obras de la llanura manchega».

Por su parte, el vicepresidente segundo de la Junta, José Manuel Caballero, contó que «en 1995, en tiempos de Bono, se incluyó como posibilidad pinchar el trasvase, en el 2000 se consiguió legalmente y en 2009 se fijó el presupuesto y se iniciaron las obras. Y con Page hemos conseguido desarrollar esas infraestructuras y abrir el grifo. Ahora tenemos que plantearnos si no abastecemos el Bullaque. Sin duda, podría ser una opción en el futuro».